Adiós al maestro Golo Laracuente: Símbolo de la cría colegial

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por Millie Gil

“Yo soy una mejor persona después de Golo”. Eso fue lo primero que dijo Emily Viqueira cuando mayaguezsabeamango.com le habló para esta historia que da cuenta del fallecimiento del catedrático jubilado del Departamento de Educación Física del Colegio de Mayagüez, Pedro “Golo” Laracuente.

Golo, como le llamaban todos fue despedido con honores por estudiantes y colegas de “sangre verde” en el campus donde laboró por décadas y donde el polifacético deportista se destacó como maestro y entrenador en las disciplinas de atletismo, tenis, béisbol, voleibol y baloncesto.

“Uno tiene la oportunidad en la vida, a veces, de decir que ha tenido maestros. Yo he tenido maestros mentores y uno de ellos es Golo. Siempre me hablaba de que esa disciplina conque entrenábamos en la cancha era una educación para la universidad de la vida”, dijo su alumna aventajada y siete veces medallista de plata y bronce de tenis, Emily Viqueira.

“Así de sencillo y profundo era. Y ese maestro que yo tuve no era mi maestro de tenis sino mi maestro”. A Viqueira, quien fue su discípula durante 30 años, la marcó la profunda sabiduría de su maestro.

“Todos los años que estuvimos en la cancha nunca me alzó la voz. Esa perspectiva de un entrenador exitoso gritándole al alumno, nunca lo conocí, nunca me alzó la voz, lo que fue aleccionador en el sentido de que el mensaje llegaba con el respeto”, insiste.

Laracuente, quien falleció en Mayagüez por complicaciones del cáncer de riñón y sus ramificaciones que le fue diagnosticado en el año 2008, el domingo 10 de abril a los 80 años.

Fue entrenador jefe de Atletismo del CAAM en los años de mayor gloria de los atletas colegiales en las décadas de los años 60 y 70 cuando por su cría colegial se convirtieron en dueños de la pista y el campo.

“Golo fue una persona polifacética en el deporte puertorriqueño, más como entrenador y profesor que como competidor. El ganó, como entrenador, tres campeonatos de voleibol en los años 63, 64, 65 y fue entrenador del equipo nacional de voleibol de Puerto Rico en los IX Juegos Centroamericanos del Caribe en Kingston, Jamaica. Además fue un excelente entrenador de tenis trabajando como profesional del antiguo Mayagüez Hilton”, dijo a mayaguezsabeamanco.com el comentarista deportivo y estadístico de la Descarga Original, Carlos Uriarte.

El también autor de los libros: 80 años de acción y pasión, y Puerto Rico en el Continente, recordó que “Las mejores figuras del tenis del área oeste, incluyendo a Emily Viqueira -medallista de centroamericanos y panamericanos- pasaron por las manos de Laracuente”.

Pero el tenis era solo uno de los deportes que le apasionaban al legendario profesor que fue exaltado a varios pabellones de la fama del deporte en Puerto Rico y en su natal Mayagüez.

“Incursionó en el atletismo con el equipo del Colegio que lo llevó a varios triunfos en justas interuniversitarias. Un hombre dedicado al quehacer deportivo, querido por todas las generaciones de deportistas de los años 60, 70 y 80. Muy respetado. Como dirigente deportivo fue exaltado al Pabellón de la Fama del Deporte de Puerto Rico y también exaltado al Pabellón de la Fama del Deporte de Mayagüez, una vida dedicada al deporte. Siempre estuvo enseñando y preparando atletas, una fase muy importante del deporte”, sentenció Uriarte.

Viqueira recordó que el maestro tenía “calma y una perspectiva consistentemente positiva de la vida”. “Siempre mirando el vaso medio lleno y de ahí poder llegar a otras metas. Siempre planteando que todo era posible. Si uno trabajaba fuerte y consistente y se era disciplinado uno alcanza logros”.

Cuando la alumna se desesperaba y perdía el foco en alguna alegación como parte del juego el consejo del maestro era que el camino se demuestra andando.

“Una cosa que me decía, cuando uno se topa con tantos tropiezos y trabas duras en las metas que uno se ha propuesto, y esto sale del tenis pero se extrapola a todo lo demás, y a veces uno pierde el enfoque gritando, peleando, discutiendo perdiendo de vista el foco central me decía: Emily cuando hay conflictos no discutas sobre la mesa ve, juega y en la cancha lo demuestras. Porque en la cancha el resultado habla por sí solo. En la mesa la discusión se queda en nada, es en la cancha donde se demuestra lo que uno sabe. La acción y el triunfo llegan cuando uno persevera. Eso me llevo de Golo”, dijo Emily quien ganó medallas de plata y bronce en las competencias de tenis de los Centroamericanos de Santiago, República Dominicana en 1986, Panamericanos de Indianápolis en 1987, los Centroamericanos de México en 1990, los Panamericanos de Cuba en 1991 y los Centroamericanos de Maracaibo en 1998.

El también colegial, Elliot Castro por su parte destacó que la verdadera pasión de Golo era el Colegio.

“Golo fue un ser humano especial que tuvo la capacidad para dominar el arte de enseñar distintos deportes. Fue un especialista en varios deportes, entrenador y maestro. Su pasión fue siempre el Colegio de Mayagüez”, dijo el comentarista, periodista y productor deportivo.

Otro que lamentó el deceso de Laracuente fue el rector interino del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), doctor Jorge Rivera Santos, quien dispuso la organización del homenaje póstumo del profesor, a quien en 1998 le dedicaron las Justas de la Liga Atlética Interuniversitaria, que incluyó un recorrido por las instalaciones deportivas y otras dependencias donde laboró por casi 60 años, en el campus del CAAM.

"Nos entristece profundamente la pérdida de este estandarte del deporte y el compromiso colegial. Las huellas que sembró durante su vida nos dan hoy ejemplo de lo que se puede alcanzar con tenacidad", dijo Rivera Santos.

Por su parte, el padre de Viqueira, el pediatra Jaime Viqueira reconoció que Golo era “el mejor entrenador de tenis, y acondicionar en la preparación física de un atleta, como entrenador autoenseñado, ‘self made’ pero tenía la habilidad de maximizar las destrezas del atleta provocando movimientos a perfección, en tenis, voleibol, pista y campo, béisbol, lo que lo llevó a tener campeones en todas las ramas del deporte”.

“El enamoraba al atleta de manera que al atleta le gustaba lo que hacía aunque era una tortura. Y ellos querían jugar por estar con Golo. Ese era el arte de Golo. El me enseñó como mantener y entender lo que conllevaba el entrenar a un hijo atleta para yo hacer de entrenador cuando el no estuviera. Y le enseñó disciplina para que se auto disciplinaran y seguir por el camino correcto. El fue un padre para mis hijos, yo se los entregaba con absoluta confianza y el decía que mis hijos eran sus hijos”, dijo el galeno y músico.

En el 2010, Emily Viqueira, pidió que se retirara su nombre cuando el Municipio de Mayagüez propuso que se le pusiera su nombre a las pistas de tenis del colegio en que se jugaría el deporte en los XXI Juegos Centroamericanos y del Caribe Mayagüez 2010.

“Me conmocionó pero sentí que mi nombre y el de Golo iban a competir y que yo no quería competir con mi maestro. Así que lo retiré”, dijo. Las canchas llevan el nombre de Pedro “Golo” Laracuente.

Según Jaime Viqueira, a Golo le gustaba contar una anécdota de cuando jugaba béisbol con los Mulos del Valenciano, en 1952 equipo en el que también jugaba Roberto Clemente cuando tenía 16 años.

“Según Golo, en la final del campeonato, el coach del equipo lo puso a sustituir a Clemente quien a esa edad era un jugador tremendo, pero no podía controlar la fuerza de su brazo y cometía errores sacando a los jugadores en el homeplay, siempre bromeábamos con esa anécdota suya”, subrayó.

Descanse en paz el maestro.