Decana de la literatura puertorriqueña: Josefina Rivera de Álvarez

Detalles

por mayaguezsabeamango.com

El Sillón S de la Academia Puertorriqueña de la Lengua fue ocupado por la mayagüezana Josefina Rivera de Álvarez hasta su fallecimiento en su ciudad natal el 29 de julio de 2010, a sus 86 años. La que algunos llamaron “Decana de la literatura puertorriqueña”, fue una renombrada historiadora, educadora y escritora entre cuyas aportaciones invaluables se encuentran el Diccionario de la literatura puertorriqueña, la Historia de la literatura puertorriqueña, Antología de la literatura puertorriqueña y Literatura puertorriqueña, su proceso en el tiempo.

Josefina nació en Mayagüez el 29 de agosto de 1923. En la Ciudad de las aguas puras, estudió sus años de escuela elemental y superior, y en el año 1945 obtuvo un Bachillerato en Artes Liberales del Instituto Politécnico de Puerto Rico, en San Germán. Dos años más tarde, se graduó con una Maestría en Artes de la Universidad de Columbia en Nueva York, donde tuvo profesores insignes como Federico de Onís, Arturo Uslar Pietri y Tomás Navarro Tomás, entre otros. En 1954, con una tesis que fue la primera versión de su Diccionario de Literatura Puertorriqueña, concluyó su Doctorado en Filosofía y Letras de la Universidad Central de Madrid.

Fue maestra en las escuelas públicas de su pueblo natal antes de ingresar como profesora en el Departamento de Estudios Hispánicos del Recinto Universitario de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico, donde ejerció la cátedra durante 40 años. Entre los cursos que impartió se encontraban algunos de carácter monográfico como “La generación del 30” y “La generación del 45”, refiriéndose a los integrantes de tales grupos en la literatura puertorriqueña. Asimismo, se destacó su gestión en la creación de cátedras de literatura puertorriqueña e hispanoamericana en el RUM.

Descrita por quienes le conocieron como modesta, amable y sencilla, Josefina Rivera de Álvarez fue siempre una inspiración para sus estudiantes, sus conocidos y los estudiosos de nuestra literatura. La profesora también colaboró en revistas y periódicos de Puerto Rico y del extranjero, incluyendo “La Prensa” de Nueva York y “La Nación” de Buenos Aires.

La estudiosa se casó con Manuel Álvarez Nazario, un eminente historiador de la lengua española en Puerto Rico, fallecido en el 2001, y con quien acometió importantes proyectos, como la “Antología general de la literatura puertorriqueña. Prosa-verso-teatro” (1982). Álvarez Nazario fundó el Departamento de Estudios Hispánicos del RUM.

Los estudiosos coinciden en que su obra, que se extendió por más de medio siglo, tiene un alcance enciclopédico que aún no ha sido superado en términos de las obras de referencias sobre nuestras letras. “Nuestra labor es una labor de amor patrio”, así describió Josefina Rivera de Álvarez, su labor de más de cincuenta años en pro de nuestras letras.

Según la crítica literaria Carmen Dolores Hernández, sería “Imposible imaginar hoy, que tenemos medios digitales, la labor paciente y dedicada de esta historiadora que fue juntando fichas año tras año, década tras década, para ofrecernos las obras de referencia más completas que tenemos de nuestra literatura... Son obras de consulta diaria para todo aquél que se interese en nuestras letras”.

La Dra. Josefina Rivera de Álvarez fue reconocida como Profesora Emérita por la Universidad de Puerto Rico en 1991, y como Humanista del Año en 1993 por la Fundación Puertorriqueña de las Humanidades. El Instituto de Cultura Puertorriqueña le confirió en 2002 el Premio Nacional de la Cultura correspondiente al año 2000. Y recibió, además, otros reconocimientos por su trayectoria, tales como el Premio del Instituto de Literatura Puertorriqueña (1969, 1974), el Gran Premio Puertorriqueño de la Academia de Artes y Ciencias de Puerto Rico (1989) y el Premio Pen Club (2006). Rivera de Álvarez, además de ser miembro electo de la Academia Puertorriqueña de la Lengua Española, lo fue de la Academia Puertorriqueña de la Historia.

“La doctora Josefina Rivera fue una maestra excepcional, su insuperable labor historiográfica la convierte junto a su esposo en uno de los pilares de la literatura puertorriqueña”, sostuvo el doctor Rafael Colón Olivieri, catedrático jubilado del Departamento de Estudios Hispánicos (ESHI) del RUM.

Fue miembro de número de la Academia Puertorriqueña de la Historia de San Juan, desde 1956; miembro de número de la Academia de Artes y Ciencias de Puerto Rico desde 1966; asesora por Puerto Rico del proyecto del Diccionario de la literatura latinoamericana, Unión Panamericana, en Washington, D.C.; miembro por Puerto Rico en el Comité Asesor de la Revista de Bibliografía Latinoamericana, Washington, D.C. que publica la Unión Panamericana; y miembro de la Comisión de Monumentos del Instituto de Cultura Puertorriqueña.

Su legado

Su aportación a la cultura y el quehacer literario fue colmado al jubilarse del RUM en 1995, cuando se creó la Colección Josefina y Manuel Álvarez Nazario, idea que gestó el doctor Colón Olivieri. Con el respaldo del entonces director del Departamento, doctor Alfredo Morales y bajo la incumbencia del séptimo rector del RUM, doctor Stuart Ramos, se iniciaron los trámites oficiales. La Colección se recibió en la Biblioteca General en 1996, bajo la dirección de la profesora Iraida Padovani, quien junto a un equipo trabajó arduamente en la clasificación y catalogación de los recursos donados. La Sala se inauguró oficialmente el 16 de octubre de 1997.

De acuerdo con la profesora María del Carmen Pérez, quien dirigió la Colección desde su inauguración hasta jubilarse en el 2008, la donación de los doctores Álvarez fue un acto de desprendimiento sin precedentes. “Esta colección de incalculable valor literario y erudito es única en Puerto Rico. Su acervo consta de alrededor de cinco mil títulos de libros- raros, ediciones príncipes, copias autografiadas; dos mil piezas de revistas, recursos que fueron adquiriendo a través de su fructífera y prolífera labor investigativa y docente. Incluye además, los numerosos reconocimientos que recibieron durante su vida académica e intelectual”, sostuvo Pérez.

La Colección Josefina y Manuel Álvarez Nazario actualmente alberga la biblioteca privada de este ilustre matrimonio que dedicó toda su vida al estudio de la literatura puertorriqueña y la lingüística. Allí se perpetúan su labor investigativa y sus lazos con la comunidad colegial, donde se desempeñó como catedrática Josefina, y en agradecimiento al Recinto Universitario de Mayagüez, donde ambos esposos enseñaron.

En este enlace se encuentran digitalizados varios de los trabajos de Josefina Rivera de Álvarez.