Nueva patente en Ingeniería Química
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- por Itza M. Valentín Millán*
El Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) obtuvo una nueva patente por la creación de un producto resultado de la investigación de un profesor y un estudiante postdoctoral de su Departamento de Ingeniería Química (INQU), un logro que podría llegar al planeta Marte.
Se trata de un componente adsorbente que remueve gases del ambiente o de fuentes de emisión de manera selectiva y que no consume mucha energía. El material se llama UPRM5 -por las siglas en inglés del Recinto- y porque fue la quinta variante que trabajaron los doctores Arturo Hernández, catedrático, y José Primera Pedroso, estudiante postdoctoral, ambos del mencionado departamento.
El material continúa a prueba con la posibilidad de hacer futuros ensayos para misiones en la Estación Espacial Internacional. El destino sería Marte, de acuerdo con las metas que tiene NASA. En este caso, el material podría utilizarse para filtrar el dióxido de carbono en las cabinas de los astronautas.
Los procesos de experimentación se llevaron a cabo en los laboratorios de nanotecnología en INQU, dirigidos por Hernández.
“Estamos hablando de un medio académico y tenemos la dicha de contar con un programa doctoral con candidatos que están haciendo su trabajo de disertación allí y que están involucrados en todos estos proyectos. Los estudiantes son los que están batallando en el laboratorio”, explicó Hernández, al referirse a Primera Pedroso, quien laboró y contribuyó en el procedimiento.
Hernández relató que el trabajo, que comenzó en 2006, contó con pruebas realizadas en colaboración con la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA), agencia que subvencionó parte del estudio.
“Creo que esto le da a la Universidad algo que la hace seguir creciendo como un centro docente de gran importancia, no tan solo en Puerto Rico, sino a nivel del Caribe y hasta nivel mundial”, expresó Hernández, quien es también director del Laboratorio de Síntesis de Adsorbentes Nanoporosos y Adsorción de INQU.
Para que se reconociera como una invención, el producto se presentó a la Oficina de Patentes y Marcas de los Estados Unidos, donde se le asignó un examinador que retó el hallazgo. De acuerdo con el doctor Hernández, el proceso tiende a ser tedioso, pero en este caso fue más rápido de lo usual.
A juicio del científico, en el Recinto existe un esfuerzo considerable en desarrollar proyectos en el área de la Nanotecnología que son subvencionados por agencias como la Fundación Nacional de la Ciencia y la NASA, entre otras. Agregó que, durante el año 2008, se creó el Centro de Excelencia de Investigación en Ciencia y Tecnología, con el propósito de continuar las investigaciones en ese campo.
Al presente, el RUM cuenta con más de 20 patentes la mayoría de las cuales son del Departamento de Física.
* La autora es estudiante del Taller de Estudiantes PRENSA RUM.
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