La historia oficial
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El licenciado Federico Cedó Alzamora, Historiador Oficial de Mayagüez, pone su firma a una serie de artículos, resultado de algunas de sus investigaciones sobre nuestra ciudad:
El Escudo
Un escudo de armas es el campo o superficie sobre el cual se dibujan o se pintan los blasones, o sea, las figuras, formas o piezas que lo adornan y que le dan un significado preciso. Se utiliza como emblema, para expresar una idea, conmemorar un hecho o representar un país, una ciudad, un pueblo, una institución, una empresa, una familia o una persona y para identificarlos y distinguir unos de otros. Así el Escudo de Armas de Mayagüez es único y distingue e identifica a esta ciudad de entre todas las demás ciudades del mundo.
La Bandera
La bandera de Mayagüez, es de forma rectangular proporcionada a dos medidas de alto por tres de ancho, y aparece partida, o sea, dividida verticalmente, en dos paños o partes iguales. Sus colores fundamentales son el verde y el azul, los cuales son los actuales colores emblemáticos de Mayagüez y constituyen, respectivamente, el fondo de cada uno de sus paños.
El Himno
El 5 de abril de 1993 el Alcalde de Mayagüez, Hon. José Guillermo Rodríguez, tomó conocimiento de que en el Archivo Histórico de la ciudad obraban varias canciones e himnos dedicados a Mayagüez, entre cuyos autores había destacados compositores mayagüezanos y otras personalidades.
El Sello Oficial
En su sesión del 16 de enero de 1895, el excelentísimo ayuntamiento de Mayagüez tomó conocimiento oficial del escudo de armas que la Reina Regente de España, Doña María Cristina de Habsburgo había concedido, cinco meses antes, a la ciudad, a nombre de su augusto hijo el Rey Don Alfonso XIII, quien era aún menor de edad.
Los símbolos de la Ciudad
El simbolismo es un medio ideal que concretiza y plasma la similitud esencial que hay entre lo visible y lo ininteligible, entre el paisaje y lo que este representa, mediando entre la identidad y el dualismo por vía del concepto de la relación entre lo que es análogo o similar.
Los colores emblemáticos
Los colores tuvieron siempre un mismo significado en todos los pueblos de la más remota antigüedad, confirmando esto la existencia de un origen común para todos ellos. El dualismo de la luz y las tinieblas: blanco y negro, ofrece el principio de dos prototipos primigenios, la suma total o la ausencia completa de los colores, que se convirtieron en símbolos de dos fuerzas: el bien y el mal.
Mayagüez: su nombre, sobrenombres y los de sus barrios
El nombre de Mayagüez, en el idioma de los indios tainos, quería decir “Lugar Grande de Aguas” y el lugar que ahora ocupa la ciudad ha sido conocido en distintas épocas como Puerto de Palmas, en el Siglo XVI y como Aguada la Nueva, nombre que se aplicaba a la ensenada de Mayagüez en el Siglo XVIII. Mayagüez fue fundado el 18 de septiembre de 1760 con el nombre ‘Pueblo de Nuestra Señora de la Candelaria” en el mismo lugar donde ya había un poblado rural denominado “Sitio de Mayagüez” .
Lo típico de Mayagüez
Entre los platos típicos de Mayagüez se destacan preferentemente el arroz con pollo, la carne guisada y las habichuelas guisadas. La fuerte influencia de la inmigración mallorquina del siglo XIX se sigue trasluciendo en el arroz con calamares en su tinta, en el uso de la sobreasada hasta para dar sabor y color a las sopas y asopados, en el “pan de Mallorca”, que en Mallorca llaman “ensaimadas”, y en las cocas de sardinas y acelgas.
Los yacimientos arqueológicos en Mayagüez
Los aborígenes de Puerto Rico dejaron en tierras mayagüezanas siete lugares de interés arqueológico sobre cuya existencia y características se ha informado reiteradamente a lo largo de casi un siglo. Esos lugares de interés arqueológico han sido asociados por diversos arqueólogos a varias de las distintas culturas de los indígenas que habitaron la Isla en su prehistoria.
El monumento de Colón en la Plaza Principal
La Plaza Mayor de Mayagüez, hoy Plaza de Colón, no es tan sólo su plaza principal sino que es el mismo corazón geográfico, el espacio emblemático y, literalmente, el punto fundacional de origen del trazado actual de la ciudad.
Las Candelarias
La hermosa ciudad que hoy conocemos como Mayagüez fue fundada en 1760 con el nombre de “Pueblo de Nuestra Señora de La Candelaria en el mismo lugar donde ya existía un pequeño poblado que había surgido en la ribera del río Mayagüez alrededor de una ermita dedicada a dicha virgen. Es por eso que la Virgen de La Candelaria es la Santa Patrona de Mayagüez y es también por eso que sus alegres fiestas patronales son conocidas popularmente como “Las Candelarias”.
Los manglares de Mayagüez
Mayagüez ubica justamente en el centro del litoral de la costa oeste de la isla de Puerto Rico, en un puerto de mar abierto a una de las principales y más activas e importantes rutas marítimas del mundo. Las tres islas del Canal de La Mona. La ciudad está en el punto de convergencia de las principales vías terrestres de comunicación con las ricas tierras agrícolas del interior hasta lo que hoy son los pueblos de Las Marías y Maricao.
La noche en que una calle mayagüezana volvió a ser la Vía Dr. Ramón Emeterio Betances
En una noche de abril, oscura y lluviosa, la del sábado 8 de abril de 2006, la siempre agradecida ciudad de Mayagüez honró nuevamente a uno de sus más grandes y queridos próceres, el Dr. Ramón Emeterio Betances, celebrando su natalicio (8 de abril de 1827) restituyendo su nombre a la calle en la que él construyera su residencia, en la que aún ubica el lugar donde él tanto trabajara por el bien de todos, el Hospital Municipal San Antonio, en la que ubica el cementerio en donde un 13 de noviembre de 1860 enterró los restos mortales de su amada Carmelita Henri, el gran amor de su vida, calle que durante 87 años llevó oficialmente su nombre, aunque inexplicablemente fuera conocida por otro.
Mayagüez, Capital de la República Boricua
A lo largo de más de tres siglos la isla de Puerto Rico fue objeto de numerosos ataques militares e invasiones procedentes de Francia, Inglaterra y Holanda, los cuales tuvieron el único propósito de saquearla, adueñarse de un rico botín de guerra y posesionarse del valioso enclave estratégico que representaba la Isla e incorporarla como colonia de explotación a los dominios de sus respectivos países.
Verde luz, candelarias celestes en las playas mayagüezanas
La naturaleza es pródiga en esotéricas manifestaciones de inefable efecto estético, muy particularmente en los vastos espacios celestiales. La Vía Láctea, los anillos de Saturno, el cielo con doce lunas de Júpiter, el nacimiento de una estrella, la explosión de una super nova, las colas de los cometas, las"lluvias" de asteroides, el arco iris, las auroras boreales, las luces australes, las nubes antártidas de polvo de diamante, los amaneceres en los desiertos, los atardeceres en las playas occidentales de los trópicos y otras tantas que, a través de su idescriptible belleza, nos dejan entrever singularmente la extraordinaria huella que va dejando en los arcanos del Cosmos el paso de la sombra del Creador sobre el universo.
El ataque de un submarino de la Alemania nazi a la Isla de Mona
El 3 de septiembre de 1939, honrando sus recientes pactos de defensa mutua con Polonia, país que acababa de ser invadido por Alemania, la Gran Bretaña declaró la guerra a dicha potencia invasora. Para entonces, la Alemania nazi no estaba preparada aún para una confrontación naval con la Gran Bretaña, que hasta 1922 había sido considerada como la primera potencia naval del mundo. Alemania carecía de una gran armada o de un número sustancial de submarinos que pudiese siquiera mantener a raya los navíos de guerra de la Real Armada Británica.
Incursiones corsarias en el Puerto de Mayagüez
A lo largo de muchos años y según las circunstancias concurrentes en cada época, el amplio puerto de Mayagüez fue escenario de un sinnúmero de episodios históricos en los que buques de guerra de potencias extranjeras enemigas, barcos piratas, naves corsarias o insurgentes que merodeaban por el litoral mayagüezano protagonizaron serios incidentes de carácter bélico que amenazaron con poner en peligro la paz de que entonces disfrutaba el orbe hispánico.