Héroes sin medalla de los Juegos Centroamericanos
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- Creado en Viernes, 23 Julio 2010 22:45
- por César Colón Montijo
Pase por cualquiera de las instalaciones deportivas de Mayagüez 2010 y allí los verá. Los encontrará también en las calles del pueblo, en algún mall o en algún hotel. Llevan polo amarilla y pantalón caqui.
Le darán direcciones u orientación; pasarán cargando cables o empujando algún carrito. Puede que incluso los vea simplemente observando las competencias y dándole bebidas a los atletas. Los verá también ejercitando la paciencia cuando les toca manejar al público y cuando hay problemas para que la gente entre a algún evento. Son el equipo de voluntarios de los Juegos Centroamericanos y del Caribe. Seis mil ciudadanos de múltiples edades que desde antes de iniciar la competición, realizan esas tareas pequeñas que juntas son grandes. Son las gestiones que ayudan a amarrar "la cosa" como se dice por ahí.
José Ramón Franqui, Director de los Voluntarios de los Centroamericanos, está que se ríe solo con el trabajo que han realizado hasta el momento. "Han demostrado un compromiso con los juegos que es impresionante y han dado muchísimo más de lo que se esperaba de ellos", dijo en entrevista con www.mayaguezsabeamango.com.
Y es que ya sea en el Natatorio Carlos Berrocal o en el Parque del Litoral; en el Coliseo Rebeka Colbergh en Cabo Rojo o en el Estadio Sebastián Lloréns, los voluntarios suelen recibirte con amabilidad. El ambiente entre ellos es de cortesía y solidaridad. Así lo dijo la señora Ruth Rojas, quebradillana y ama de casa, quien trabaja en los eventos de esgrima y está en la zona con un grupo de padres de atletas. "Aquí sí nos ayudamos; todos hacemos de todo porque lo importante es que esto funcione", comentó mientras empujaba un carrito por los pasillos del coliseo.
En la misma línea se expresaron Antonio Vega, de 46 años, y Jonathan Mejías, de 19, ambos del área oeste del País, mientras comían un sandwich y daban jugo a los esgrimistas que se acercaban tras competir. Atabey Núñez, caborrojeña de 18 años y estudiante de comunicaciones, comentó que "el intercambio cultural que he experimentado hasta el momento, conocer y hablar con gente de República Dominicana, México, Venezuela, eso ha sido lo mejor para mí. Al principio estaba un poco más ajetreado todo, pero ya la corre mejor."
Franqui destacó por su parte que hasta el momento el problema principal que han enfrentado los voluntarios ha sido la alimentación. “Son 6,000 voluntarios y eso no es fácil. Nos comprometimos a darles almuerzo y en los primeros días tuvimos problemas. Logramos que los que están en la Zona Internacional almuercen en el comedor de los atletas, pero luego de 6 días no se puede continuar con eso porque no da la comida. Así que montamos un comedor ambulante detrás de la Zona Internacional con comida puertorriqueña que no puede faltar tú sabes, arroz y habichuelas, pero también tacos y pizza."
Otro problema pendiente según Franqui, es el estacionamiento. El área dedicada a esos fines en la Zona Internacional se ha inundado con las constantes lluvias que han mojado los juegos, pero Franqui insiste en que "ya están trabajando con eso y lo vamos a solucionar pronto". Añadió que "hay que agradecerles a esas personas su compromiso con los juegos y el País."
Ese compromiso se le nota en el ánimo al señor Luis Suárez, caborrojeño de 50 años, y a William Ruiz mayagüezano de 13 y esgrimista. Ambos trabajaban en las competencias de esgrima con verdadero fervor. Suárez conversaba incluso con las atletas boricuas entre pelas y Ruiz comentó a www.mayaguezsabeamango.com que hace su labor "para aprender observando a estos atletas y por amor al deporte."