La verdadera historia del cementerio de La Vega
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- por José A. Mari Mut *
En uno de los lugares más apartados del territorio de Mayagüez, tan lejos de la ciudad que más cerca queda de Maricao, se encuentra el cementerio de La Vega, Barrio Montoso. Invadido por la exuberante vegetación tropical, el murmullo del río cercano fue su única compañía por décadas, hasta que recientemente fue rescatado del olvido.
Su antigüedad es conocida por los vecinos, algunos de los cuales aseguran que data del siglo 18, mientras que según otros fue establecido para las víctimas de una epidemia de cólera en el siglo 19. Afortunadamente, el Portal de Archivos Españoles (PARES) tiene el expediente completo del establecimiento de este camposanto y del mismo se toman los datos siguientes.
El trámite para construir el cementerio comenzó a mediados de 1892, cuando vecinos del Barrio Montoso le pidieron a don Norberto Irizarry y Ballester que radicara la solicitud ante el ayuntamiento de Mayagüez. La petición tenía cuatro justificaciones: lo difícil que era trasladar los muertos hasta el cementerio de la ciudad (ubicado a 20 kilómetros), las malas condiciones de los caminos (que se tornaban intransitables durante la época de lluvia), la dificultad de encontrar voluntarios que transportaran gratis los cadáveres de los pobres, y el temor a que los muertos sin enterrar causaran una epidemia. Entonces se creía que muchas enfermedades eran transmitidas por los gases y fluidos producto de la descomposición.
Aunque la propuesta fue respaldada por el ayuntamiento, el obispo se opuso alegando que la distancia de la ciudad no permitiría supervisar adecuadamente del cementerio, que su construcción establecería un precedente que muchos otros barrios de la isla seguirían y que las reales órdenes sobre la construcción de cementerios rurales en Cuba no aplicaban en Puerto Rico.
Aunque la oposición logró que el trámite se alargara, a principios de 1894 el Consejo de Estado en Madrid emitió la aprobación final, previo visto bueno del Gobernador y del Ministro de Ultramar. Presumimos que el cementerio, costeado por los vecinos y construido en terrenos que ellos mismos donaron, se inauguró durante los últimos años del siglo 19.
El cementerio de Montoso no es el más viejo de Mayagüez, pues cuando se aprobó la ciudad ya usaba su tercer cementerio municipal, y tampoco fue un cementerio provisional para coléricos. Sí fue el primer cementerio municipal rural de Puerto Rico. Luego de un largo periodo de abandono, el camposanto de La Vega revive hoy con enterramientos nuevos.
* Tomado de la publicación de José A. Mari Mut “Escritos breves”, 2014. Esta publicación está disponible en edicionesdigitales.info.