El Desecheo: odisea jurisdiccional de una isla mayagüezana

El DesecheoEl Desecheo es un impresionante islón montañoso y despoblado, un peñón apostado cual alerta centinela frente al acceso septentrional de la Ensenada de Mayagüez. Se encuentra en el Canal de La Mona en la latitud 18º23'N y la longitud 67º 28' O, a 24 kilómetros, o sea, a 14.2 millas náuticas, al Oeste de Puerto Rico, hacia el lado oriental de la entrada Norte del Pasaje o Canal de la Mona, en el que se encuentra y el cual conecta el Mar de las Antillas, también conocido hoy como Mar Caribe, que le queda al Sur, con el Océano Atlántico, que le queda al Norte.

El nombre

El nombre original del islón, escrito de diversas formas como Sikeo, Cicheo o Zecheo, es indígena y, en lengua taína, significaba "alta tierra montañosa", ("Si", para indicar altura; "ke", refiriéndose a tierra, y "o", para evocar su carácter montañoso), a todo lo cual se le antepuso la preposición castellana "de", la cual vinculaba la expresión del concepto de insularidad, representado en la palabra "isla", con el nombre propio del islón, resultando el nombre en "isla de Sikeo" sufriendo una metamorfosis el nombre de éste; de Sikeo a Cicheo y luego a Zecheo, cuando vino a ser eventualmente conocida como isla de Zecheo, fusionándose finalmente el nombre propio del peñón con la preposición "de", en un solo nombre: "Desecheo".

La isla Desecheo surge en el mar fuera de las cien brazas de profundidad que son utilizadas como referente o parámetro para definir la plataforma submarina de la isla de Puerto Rico, pero es parte de una formación que se extiende desde el Desecheo, a través de la punta de Rincón, hasta el macizo central de la cordillera que pasa detrás de Ponce, la cual sugiere que en alguna época pretérita hubo una conexión terrestre entre ambas islas.

El DesecheoTiene el Desecheo 1.2 kilómetros cuadrados de extensión, lo que equivale a 371 cuerdas o 146 hectáreas de terreno, las cuales se extienden a lo largo de una milla, con un ancho promedio aproximado de tres cuartos de milla y una circunferencia de tres leguas. Su terreno es abrupto, inhóspito, de empinadas pendientes, pedregoso y seco, pues está formado por rocas volcánicas fragmentadas del temprano período terciario. Abundan en el islón grandes cobos ermitaños, caracoles conocidos popularmente como burgaos, y cabros montaraces. El islón tiene dos animales endémicos: El Desecheo Gecko y el Desecheo Anolis, una especie de lagartijo. También quedan en el mismo algunas colonias de aves bobas prietas, una de ellas, otrora la colonia más grande del mundo. Su vegetación corresponde a la de las zonas semiáridas o desérticas y consiste de arbustos espinosos y almácigos, los cuales forman el único bosquecillo de esa especie en todo Puerto Rico, teas, cactos, entre los cuales eI Higo Chumbo (Harrisia portoricensis) se encuentra en peligro de extinción pues solo sobrevive ahí, en La Mona y en El Monito e incluye más de 159 especies, las cuales comenzaron a ser estudiadas en 1913.

Sus cinco montes o cerros suben, de menor a mayor, asemejando los encorvados lomos de un animal, como el bisonte hasta la cima de su pico más elevado, el Cerro Emilia, el cual alcanza los 716 pies o 208 metros de altura, (Algunas fuentes solamente le atribuyen 676 pies) o 189 metros, sobre el nivel del mar. Algunos autores como el aguadillano Néstor Rodríguez Escudero han comparado la silueta del Desecheo con la del lomo de un enorme camello y han encontrado similitudes entre ciertas cualidades del cuerpo de los camellos, los cuales pueden resistir largo tiempo sin agua en tierras áridas como las del Desecheo, las cuales tienden a ser secas a causa de la rapidez de drenaje determinado por el gradiente de sus pendientes y los altos grados de evaporación fruto del constante azote de los vientos y el castigo inclemente del sol, que reducen la humedad del terreno. No tiene puerto ni bahía, ni llanura costera, ni playa que facilite el fondeo de botes con fines de desembarque, ni un gradual acceso a los altos y escarpados riscos que surgen dramática y casi verticalmente desde la misma orilla del mar. Cuando la mar está en calma la yolas pueden acercarse a remo, hasta la rocosa playuela de Puerto de los Botes, en la costa sudoccidental del islón.


* Vea aquí en PDF la publicación completa del Lcdo. Federico Cedó.