La Casa Grande, símbolo de arquitectura mayagüezana
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- por mayaguezsabeamango.com
Según el historiador oficial de Mayagüez, doctor Federico Cedó Alzamora, la Casa Grande, que ha sido restaurada y cuya reinauguración coincidiría con la celebración de los 256 años de fundación del pueblo, en septiembre de este año, es un símbolo de la arquitectura típica del Mayagüez tradicional, con ejemplares características distintivas “de una de las tipologías asociadas a su contexto histórico”.
“Esto la convierte en pieza importante del patrimonio edificado de la ciudad debido al tipo que representa y su relación con eventos y personajes significativos en el desarrollo de la historia”, sostiene Cedó Alzamora.
En la década de 1890, la Casa Grande en el número 10 de la Calle Méndez Vigo albergó la sede de la Corte o Audiencia de Mayagüez, que en 1899 presidía el poeta y político aguadillano, José de Diego y Martínez. Aunque se construyó como un tribunal de justicia, “cuando vino el cambio de soberanía (en 1898) los americanos decidieron hacer el tribunal en otro sitio”.
En la Casa Grande se celebró, entre otros, en 1893 el célebre proceso Rodil, un caso criminal en el que estuvo involucrado un hombre de Mayagüez al que se le acusó de haber cometido un asesinato en Cabo Rojo. Cedó Alzamora sostiene que este fue en su época “un caso como el del niño Lorenzo”.
“Fue un proceso bien famoso y bien sonado del que se estuvo hablando en Mayagüez por mucho tiempo”. La defensa alegaba que el acusado estaba en Mayagüez a la hora en que ocurrieron los hechos en el pueblo vecino.
Lola Rodríguez de Tió nunca vivió allí
Aunque la Casa Grande ha sido relacionada con la poeta, periodista y revolucionaria puertorriqueña Lola Rodríguez de Tió, su posible vínculo con ella es “muy tenue” pues solo se basa en que la casa perteneció a su cuñada.
“La hoy llamada Casa Grande nunca fue ni pudo ser la residencia de doña Lola pues fue construida a finales del siglo XIX (1890) cuando Lola Rodríguez de Tió residía en Cuba. Tampoco consta dónde vivió doña Lola en Mayagüez, pues ésta nunca consignó para la historia la dirección de su casa mayagüezana”, aclaró el abogado.
La casa de su cuñada
Guillermo Santos de la Mano, esposo de Josefa Tió Segarra, hermana de Bonocio, el marido de doña Lola Rodríguez de Tió, adquirió la Casa después del año 1900. Su hija Isabel Santos Tió la heredó. Su marido, Benigno Rodríguez Campoamor, era un español de Oviedo. El hombre de negocios y vice-cónsul de España en Mayagüez le hizo arreglos a la estructura de la casa. Sus descendientes, los Rodríguez Santos, “aún la poseían en 1956”.
“De haber visitado doña Lola a su cuñada en la Casa Grande, cosa que no nos consta, tuvo que haber sido cuando residía en Cuba, en sus breves visitas a Puerto Rico el 6 de octubre de 1915, cuando fue homenajeada en el Casino de Mayagüez, en 1920 o quizás en 1923 cuando estuvo en la Isla de paso para Europa”, sentenció el también profesor.
Recuerda Cedó Alzamora, que los Tió-Rodríguez se trasladaron a Mayagüez, que era ya un importante centro de actividades sociales y culturales, luego del nacimiento de sus hijos. “El hogar de los Tió-Rodríguez se convirtió en sede de tertulias donde se congregaban las máximas figuras del escenario intelectual de San Germán y Mayagüez. Ellos participaban también en las tertulias que se celebraban en la Farmacia Monagas de la playa”.
La Razón
Lo que se sabe con certeza es que en la década de 1870 don Bonocio Tió Segarra dirigió, junto a José Antonio Ruíz Quiñones, el periódico mayagüezano La Razón, órgano del Partido Liberal Reformista. También se sabe que los Tió-Rodríguez vivieron en Mayagüez “por algún tiempo, en casa de un matrimonio amigo de ambos, Carlos Peñaranda Escudero, Jefe de Negociado de 3rª. Clase de la Administración Central de Contribuciones y Rentas de la Isla de Puerto Rico desde abril de 1878”.
De todas maneras, no fue mucho el tiempo que los Tió-Rodríguez vivieron ahí, “pues apenas siete años después, en 1877 fueron desterrados a Venezuela, donde permanecieron durante un año y medio. Volvieron a Mayagüez en 1880, pero once años después, en 1889 tuvieron que exiliarse definitivamente en Cuba y luego en Nueva York.
“Doña Lola vino brevemente de Cuba para la muerte de su señora madre en 1892 y ya viuda visitó fugazmente la Isla en 1915, Volvió en 1920 y estuvo de paso en 1923”, reiteró el historiador.
El diseño de la Casa Grande
Esta antigua residencia posee características de fachada distintiva y recurrente en la ciudad, “representa uno de los mejores ejemplos que se conservan en la zona”.
“La Casa Grande es un ejemplo representativo de la tipología de casas de un nivel con sótano en mampostería sobre base alta, techada en madera y zinc perteneciente al contexto histórico del centro tradicional urbano mayagüezano”, señaló Cedó Alzamora.
De acuerdo al historiador, las características generales de la edificación “corresponden fielmente a los requisitos de construcción de la época, específicamente regulados por las normas y ordenanzas establecidas por el Cabildo de Mayagüez luego del Fuego Grande de 1841 para la reedificación de la Villa que había sido arrasada por el siniestro”.
Las regulaciones de las que habla el también abogado, determinaban desde el tamaño del solar, su altura, materiales de construcción y muro perimetral (solar). “Inclusive se menciona la utilización de un cuaderno en el que están diseñadas las fachadas que podían adoptarse para posteriormente ser aprobadas por el Cabildo en todo proyecto de construcción”, puntualiza el investigador.
La estructura está diseñada en estilo neoclásico criollo, con una fachada sencilla, “que sin embargo, no deja de ser majestuosa y elegante en sus proporciones”.
La Casa se levanta sobre una base alta hecha en mampostería con cuatro ojos de buey. Sobre esta presenta el típico balcón corrido frontal “con la muy reconocida arcada mayagüezana”. La Casa Grande tiene cuatro arcos con barandas en hierro en el frontal y pórtico. “La fachada se caracteriza por las pilastras, molduras y los arcos de medio punto. Se corona el edificio con una sencilla cornisa y parapeto”.
A la residencia se accede a través de una escalera lateral con zaguán que conduce al patio interior. Tiene una fuente central y está rodeado por una galería que da acceso a las dependencias de la vivienda, “lográndose así una disminución considerable de la temperatura en la zona interna de uso diario. Este funcionalismo es tradición constructiva romana”.
Su distribución interior es amplia y espaciosa; girando su circulación principal por la galería alrededor de su patio central. Hacia el patio abren todas las dependencias: sala, comedor, cocina, dormitorios, etc. y todas estas se comunican internamente entre sí.
La Casa Grande ocupa un lote de 5,290.00 m2, con acceso tanto a la calle Méndez Vigo (frontal) como a la calle Candelaria (posterior). Hacia la fachada frontal se localiza la entrada a la sala y un dormitorio. En la parte posterior se encuentra el comedor, cocina, áreas de servicio y garajes, mientras que hacia el lado Oeste del patio interior abren los demás dormitorios. Su sólida construcción sobrevivió al terremoto de San Fermín ocurrido el 11 de octubre de 1918.
Entre las alteraciones más significativas hechas a la Casa Grande se encuentra la construcción de una estructura en el lado Este del patio central transformando la planta, que era abierta en forma de “C” con sus áreas principales hacia la calle Méndez Vigo, los dormitorios que abrían al patio interior y el servicio y garaje hacia la calle de La Candelaria, convirtiéndose en una estructura con patio central donde parte de la galería fue clausurada para colocar allí áreas relacionadas a la cocina. En estas áreas fueron instaladas ventanas en aluminio que no son compatibles con la estructura original.
Hoy, la llamada Casa Grande, es un museo municipal y es considerada un valioso recurso cultural perteneciente al patrimonio histórico edificado de Mayagüez. La misma ubica en la calle Méndez Vigo Núm. 104 Oeste de Mayagüez.