Mayagüez recibe visita de investigadores canarios tras la huella isleña
- Detalles
- por mayaguezsabeamango.com
Puerto Rico figura en la lista de países elegidos para comenzar una serie de programas documentales que intenta descubrir la herencia de la emigración canaria a lo largo de la historia.
Televisión Canaria estrena este año La Huella isleña, un programa documental de 13 capítulos en el que se visitarán ciudades del continente americano en las que los canarios han tenido una especial importancia a lo largo de los últimos siglos.
Cuatro son los países elegidos para esta primera andadura: Estados Unidos, Uruguay, Puerto Rico y República Dominicana, donde se visitarán ciudades como Mayagüez, Ponce, Hatillo, San Antonio de Texas, Montevideo o Santo Domingo.
“La intención del programa es ahondar en un capítulo poco conocido de la historia de Canarias, como es la emigración desde el siglo XVI a distintos países del Nuevo Mundo, en los que los emigrantes isleños jugaron un papel destacado, llegando a ser los padres fundadores de algunos importantes territorios”, según un comunicado emitido por la producción.
Se trata de un viaje a la esencia de las costumbres y tradiciones de las Islas Canarias, que servirá no sólo para descubrir su influencia en América, sino también para entender mejor su propia historia.
Para conservar el rigor histórico, la producción cuenta con el asesoramiento de Manuel Hernández, profesor de Historia de América de la Universidad de La Laguna, que ha escrito más de 50 libros sobre el tema.
“Con Puerto Rico nos hemos llevado una grata sorpresa, pues lamentablemente muchos canarios desconocemos cuán grande es nuestra unión y relación con el país. Por eso, nos gustaría hacer el más bonito homenaje”, dijo a mayaguezsabeamango, Adriana Beltrán, productora del programa de Televisión Canaria.
El equipo de producción estará en Puerto Rico del 29 de enero hasta el 22 de febrero. La primera parada en suelo boricua es en la Sultana del Oeste, luego irán a Hatillo, San Juan, Arecibo, Camuy, Quebradillas, Lares e Isabela.
“En Mayagüez estaremos del 29 de enero al 2 de febrero, coincidiendo con las fiestas de la Virgen de Candelaria, patrona también de Canarias”, recordó Beltrán.
Doña Mayito Fumero de Cofresí, de padre canario asentado en Mayagüez, y su hermano ya han confirmado su participación en el programa. “Estoy encantada de conversar con ellos”, dijo.
“Ya nos hemos puesto en contacto con doña María Colom, responsable del Archivo Histórico de Mayagüez, quien nos ha brindado toda su ayuda, pero nos está costando mucho encontrar personas, testimonios de familias con orígenes canarios”, reiteró Beltrán sobre sus gestiones con las autoridades municipales de la Ciudad de las Aguas Puras.
Historiadores y gestores culturales también han sido convocados para el encuentro. “Y luego por supuesto, mostrar las particularidades del municipio: Los Indios de Mayagüez, la Catedral, sus edificios más emblemáticos, la Universidad, gastronomía y el gofio, el mangó”, insistió Beltrán.
La Huella isleña servirá a un doble propósito: por una parte rescatar la visión histórica y, al mismo tiempo, “descubrir qué vestigios de nuestra herencia cultural siguen presentes en estos lugares, a través de entrevistas a descendientes de canarios y personas vinculadas a nuestro archipiélago, que nos contarán sus historias personales. A buen seguro no faltarán emoción y los sentimientos estarán a flor de piel al hablar de los orígenes isleños de los protagonistas”, añadió.
El programa hará un recorrido por las ciudades, para ver cómo ha sido su evolución a lo largo del tiempo.
La actriz y presentadora canaria Mercedes Ortega será la encargada de conducir el La Huella isleña, bajo la producción ejecutiva de Sergio Rodríguez y la dirección de Luis Luque.
La emigración canaria a Puerto Rico
Según Manuel Hernández, profesor de Historia de América de La Universidad de La Laguna, los canarios llegaron a Puerto Rico en el siglo XVI e introdujeron la caña de azúcar. “Con ella, llevaron tradiciones como el velorio y distintos tipos de verduras y hortalizas”, asegura en un artículo titulado, La Emigración Canaria a Puerto Rico.
Desde 1695 llegaron a Puerto Rico familias de apellidos: Marrero, Morales, Vera, Mora, Amador, Correa, Acosta, Osorio, Moya, Alonso, Lorenzo y Martínez entre otros que se quedaron para siempre en la isla.
“A partir de ese momento las oleadas de canarios se sucedieron. Los canarios firmaban un contrato ante una persona autorizada que bien podría ser el capitán del barco, a través del cual se les daba pasaje, comida, alojamiento, ropa y un seguro. A cambio se les descontaba entre un 10 y un 20% del salario ganado. Entre 1720 y 1730 fueron trasladados 882 canarios. El 60% eran casados y el resto se casaban en Puerto Rico. Ello supuso un aumento espectacular de los datos demográficos de la Isla”, de acuerdo a Hernández.
El historiador cuenta que, contrario a lo que ocurría con los españoles peninsulares que ocupaban los puestos más destacados de la Isla, puestos políticos y de influencias, que nunca se integraron y que cuando conseguían suficiente fortuna regresaban a España, los canarios “no solo se establecieron sino que echaron sus raíces en la nueva tierra proporcionando un intercambio de costumbres con los habitantes de la isla que les había acogido”.
Según el profesor, a partir de 1729 los canarios se establecieron en Mayagüez, Añasco y Rincón. Fundaron una ermita en Mayagüez a la Candelaria y otra en Rincón en honor a Santa Rosa. “La primera imagen de la Candelaria que se veneró antiguamente en Mayagüez, fue de vestir, similar a la que hay en Tenerife”.
“Considerada a lo largo del siglo XVIII la inmigración canaria en Puerto Rico se constituye como el factor de mayor importancia dentro del extraordinario desarrollo poblacional de la isla en dicha centuria. Con un total de 44.883 habitantes en 1765 la población insular casi se triplica en 1799, cuando alcanza las 153.232 almas. Con ello se pudo alcanzar el definitivo asentamiento de la sociedad puertorriqueña”, afirma el historiador.
La influencia de estos inmigrantes canarios fue de tal calibre, según Hernández “que cuando en la segunda mitad del siglo XIX acudieron a la isla nuevos inmigrantes de otras regiones de España e incluso de nacionalidad francesa, estaba asentada fuertemente la herencia cultural isleña. Un aporte que se puede apreciar en el campesinado blanco de las partes montuosas del antiguo Boriquén, que constituyeron el sinónimo por excelencia del insular, el mítico jíbaro, referente obligado de su identidad, como el guajiro cubano”.
La forma de hablar de los boricuas, según el profesor, ensayista, periodista y filólogo puertorriqueño Manuel Álvarez Nazario, tiene una gran influencia canaria. También se dice que de ellos heredamos sus técnicas agrícolas, su alimentación en la que se ingería el gofio insular y hasta sus rituales de bautismo o matrimonio.
“Fiestas todavía vivas en la isla como las navideñas, las de la Candelaria, conjugadas antaño como en las islas con los tradicionales carnavales o de la Cruz demuestran hasta qué punto se integró en su identidad colectiva como pueblo una emigración familiar como la canaria que contribuyó a conformarlo como pueblo en las centurias inmediatamente posteriores a su conquista y colonización”, recalca Hernández.
La fundación de Mayagüez
El 19 de Julio de 1760, Don Faustino Martínez de Matos, presenta a nombre de los habitantes asentados en las orillas del río Mayagüez, una solicitud para fundar el pueblo. Este pueblo llevaría el nombre de Nuestra Señora de la Candelaria en la ribera de Mayagüez. El 30 de Julio del mismo año, el gobernador de entonces, Don Esteban Bravo de Rivero, da curso afirmativo al decreto que da paso a la fundación del pueblo. El 21 de agosto de 1760 se elige el sitio y los vecinos se comprometen a la fábrica del templo. El 18 de septiembre de 1760 se funda Mayagüez.