Monitoreo comunitario de calidad de agua en La Boquilla
- Detalles
- por mayaguezsabeamango.com
Conservar, educar y proteger el ecosistema de la Reserva Natural Caño Boquilla (RNCB) de Mayagüez es lo que se han propuesto hacer los grupos comunitarios, profesionales y académicos de la Ciudad de las Aguas Puras, que a partir de agosto comienzan un programa ciudadano de monitoreo de calidad de agua y siembra de árboles.
El proyecto para la Restauración, Administración y Monitoreo de la Reserva Natural Caño Boquilla en el Río Grande de Añasco intenta restaurar los manglares con la siembra de unos 500 árboles, a lo largo de seis kilómetros lineales del Río Grande de Añasco. También propone remover escombros y desechos marinos y rehabilitar los márgenes del río y las costas con la siembra de árboles para evitar la erosión.
El proyecto, que este año financia la Fundación Nacional de Pesca y Vida Silvestre (NFWF por sus siglas en inglés), es una iniciativa comunitaria de la Dewey University, del Recinto Universitario de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico (RUM), del grupo Mayagüezanos Por la salud y el Ambiente (MPSA), de Guama Comunidad Agroecoturística, Cafiesencia, el Servicio de Extensión Agrícola y el Programa Sea Grant.
Los proponentes esperan reclutar a unas 300 personas de la comunidad y estudiantes, a través de unas 24 actividades dirigidas a ampliar el conocimiento de la comunidad sobre la importancia de la Reserva, y comprometerlos a proteger el hábitat natural de especias de la flora y la fauna del lugar. Veinticinco personas voluntarias serán entrenadas para el monitoreo de las aguas de los Caños Boquilla y Maní.
“Hemos ampliado el alcance al sistema hidrológico que nutre el Caño Boquilla y esto hace que estemos visitando las áreas circundantes del Aeropuerto Eugenio María de Hostos en Mayagüez y la Reserva Agrícola del Valle de Añasco, la cual colinda con la RNCB”, dijo a mayaguezsabeamango.com la profesora Ana Navarro, especialista en Salud de Ecosistemas Costeros en el programa Sea Grant de la Universidad de Puerto Rico.
A revisar la calidad del agua
Un programa ciudadano de monitoreo de calidad de agua se pondrá en marcha en dos caños de la Reserva. “También se van a sembrar árboles costeros para continuar la protección de la costa, la vida y propiedad detrás del frente marítimo, embelleciendo el área; sembrar especies que estabilicen bancos ribereños y controlar la erosión cuando llueve, y siempre acompañado de un esfuerzo educativo”, explicó Navarro.
La Boquilla alberga 177 cuerdas de humedales, costa, estuarios y zona marítimo terrestre. También incluye las nueve millas náuticas de mar territorial frente a toda la extensión de la Zona Marítimo Terrestre (ZMT) de la Reserva, que se extiende desde Punta Algarrobo en Mayagüez al Caño La Puente en Añasco.
Una de las funciones naturales del ecosistema del Caño, también conocido como Pantano Sabanetas, es servir como sistema de control de inundaciones en la zona. También permite mejorar la calidad del agua y controlar la erosión del suelo. Es una zona de filtración de contaminantes en el agua de recarga de los acuíferos, que permite un aumento en el volumen del agua subterránea.
Aumenta el tamaño de La Boquilla
La Reserva Natural Caño Boquilla, es un bosque de pantano estuarino salobre y su valor como ecosistema costero, poco común en Puerto Rico, fue reconocido por el Departamento de Recursos Naturales, que lo designó reserva natural en 2002 dado su alto valor ecológico.
“Seguimos con proyectos e iniciativas para la protección y conservación de la Reserva Natural Caño Boquilla (RNCB) de Mayagüez, la cual este año aumentó de tamaño al incluírsele 57 cuerdas adicionales que adquirió el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA)”, confirmó la también Asociada en Investigaciones del RUM.
La jornada que comienza el 8 de agosto de 2017 podría extenderse hasta noviembre.
Plantas anti erosión
Según la investigadora, se plantarán aquellas especies que controlan la erosión en los márgenes ribereños de dos estuarios: Caño Boquilla y Caño Maní. Entre otras, se sembrará Pacholí (Vetiveria zizanioides).
Se plantarán 500 plantas juveniles de Mangle (Rhizophora mangle), de Pterocarpus, Uva playera (Coccoloba uvifera), Icaco (Chrysobalanus icaco), Almácigo (Bursera simaruba), Emajaguilla (Thespia populnea), Mangle botón (Conocarpus erectus) y Ficus. Navarro aclara que las especies se plantarán de estar disponibles. Se espera que con la restauración y el monitoreo el ecosistema se convierta en hábitat natural de especies lugareñas y aves migratorias. Así como otras especies marinas.
Para hacer el trabajo, Navarro espera contar con miembros de las organizaciones que han gestado la propuesta, “estudiantes, académicos, vecinos, y público en general”.
Manejo de la reserva
Un acuerdo de entendimiento entre Mayagüezanos por la Salud y el Ambiente y el Departamento de Recursos Naturales permitió que se iniciara el proceso de adquisición de terrenos de La Boquilla para su protección. Doscientos mil dólares aportó la organización no gubernamental para ese propósito.
A partir de un acuerdo con las atuneras surgido de una demanda por descargas de desperdicios a la bahía de la ciudad, Mayagüezanos por la Salud y el Ambiente logró que se les compensara y el producto de esa indemnización, entonces lo reinvirtieron en la compra de terrenos de la reserva La Boquilla.
Hace años, los profesores Carlos Delannoy-Juliá y Julia Mignucci Sánchez, del Recinto Universitario de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico, realizaron un estudio llamado Destinos para ecoturismo poco aprovechados en el oeste de Puerto Rico, que identificó al Caño La Boquilla como un destino con múltiples posibilidades de desarrollo, para actividades como observación y fotografía de vida silvestre, navegación en kayak y caminatas.
Según la Dra. Mignucci el área ha mejorado por los esfuerzos de conservación que se han estado haciendo, por ejemplo, “se logró que las atuneras no tiraran desechos, al igual que la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados, que hacía descargas de aguas crudas allí”.
Ya se sabe, que las amenazas principales que según el Departamento de Recursos Naturales harían desaparecer el Caño Boquilla son, el drenaje de humedales, la contaminación y el desarrollo no planificado.
El Caño Boquilla forma parte de la región que se conocía como el Valle del Guaorabo, nombre indígena atribuido al Río Grande de Añasco desde los inicios del proceso de colonización de Puerto Rico. Allí se ha informado de la aparición de objetos y materiales arqueológicos, asociados a la época de finales de siglo XVIII y principios del siglo XIX en el Barrio Añasco Abajo. También el Barrio Sabanetas de Mayagüez es un lugar de interés arqueológico, y constituye un yacimiento asociado a los periodos de pobladores indígenas.
Las reuniones
Los encuentros que comienzan el 8 de agosto de 2017 están convocados para los martes en la mañana y los jueves en la tarde, sujeto a cambio por las condiciones climáticas.
“Hasta el día de hoy las reuniones serán en Dewey University, Centro de Mayagüez, pero de haber algún cambio, los encuentros serán en las instalaciones del Programa Sea Grant del Recinto Universitario de Mayagüez”.