En peligro el cine 100% boricua
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- por Millie Gil
“Sin una Ley de Cine que apoye y proteja un cine local, creo que no se puede hablar de una industria”, así de contundente se expresa la cineasta y profesora mayagüezana Juliana Maité quien lamenta la ausencia de una estructura apoyada por el gobierno.
“Existe un movimiento de cineastas que con un esfuerzo sobrehumano y muchos años de trabajo logran sacar sus películas. Pero que exista una estructura apoyada por el gobierno y que trabaje al unísono con una red de casas productoras, distribuidoras, exhibidoras y cineastas independientes para generar un catálogo sólido de contenidos, en varios formatos y géneros que nos identifiquen como país, no la hay”, subrayó en una entrevista con mayaguezsabeamango.com
Actualmente es la Autoridad para la Asesoría Financiera y Agencia Fiscal (AAFAF) y no la Corporación de Cine quien controla el otorgamiento de incentivos contributivos de distintos campos, incluyendo aquellos que se ofrecen a los productores de cine nacional.
Aunque inicialmente se habló de la congelación de los fondos que recibe el director del Programa para el Desarrollo de la Industria Cinematográfica de Desarrollo Económico y Comercio, debido a la crítica situación fiscal que atraviesa el país, el secretario de la gobernación William Villafañe asegura que los incentivos contributivos no han sido congelados, sino que ahora serán regulados y evaluados caso por caso.
Según Juliana Maité, la falta de un fondo de cine con convocatorias para ficción y documental, y los cambios a la Ley de los créditos contributivos que les permitía a los productores recuperar algo de lo que se ha gastado en la producción en la isla, afectan grandemente la posibilidad de desarrollo y creación de los cineastas jóvenes.
“Ambas cosas nos han impactado inmensamente, especialmente para cineastas jóvenes como yo. Por ejemplo, existía un fondo destinado a una Opera Prima con un presupuesto de hasta $250,000. Esto le podría haber dado la oportunidad a cineastas no conocidos, quienes no cuentan con un catálogo de inversionistas que confían en su trabajo, a realizar un primer largometraje con el cual pueden empezar una carrera. Ahora mismo, sin un fondo, como lo tienen la mayoría de los países, que cubra un porcentaje de tu película, y sin otro porcentaje de créditos contributivos con el que puedes devolver al inversionista su aporte a corto plazo, es casi imposible encontrar una ruta de financiamiento para cineastas independientes como yo”, insistió.
Se acaba el cine boricua
Aunque destacó que este año han salido y saldrán producciones nacionales que no fueron afectadas por los cambios actuales, en el futuro habrá menos posibilidad de hacer cine boricua de calidad.
“Creo que vamos a notar el cambio en cantidad y calidad luego de esta última ola de estrenos. Menos posibilidades de financiamiento significa que las películas que queremos realizar van a tener que sufrir cambios drásticos: hacerlas más baratas desde el guión, que muchas veces significa perder valores de producción que atraen inversionistas, co-productores y audiencia, o incluso adaptarlas a otro país donde sí tengan un fondo e incentivos contributivos, pero dejan de ser ciento por ciento puertorriqueñas”, puntualizó la directora del cortometraje Agón que en el año 2012 ganó mejor corto nacional e internacional en Cinefiesta en Puerto Rico, y mejor cortometraje en la Semana de Cine Fantástico y de Horror de San Sebastián, España.
Recordó que Puerto Rico no tiene acceso a la mayoría de los fondos internacionales que ayudan a países con industrias de cine emergentes por ser territorio de Estados Unidos, y allí, consideran el nuestro como cine extranjero por ser en idioma español.
“Por lo que no cualificamos para la mayoría de ellos”, destacó la también profesora que impartirá un taller de dirección de cine, el sábado 2 y el domingo 3 de septiembre en el Recinto Universitario de Mayagüez, invitada por el Certificado en Cine.
Según Marisel Flores Carrión, archivista del Archivo de Imágenes en Movimiento del Archivo General de Puerto Rico, la primera película hecha en Puerto Rico data del 1912. Pero, es la ley que crea la División de Educación de la Comunidad en el 1949, la que permite que se desarrolle un cine nacional con temática costumbrista. Ciento diecisiete películas y documentales se produjeron en la DIVEDCO.
Luego vendrían producciones independientes y colaborativas que hicieron de la década del 50 la más próspera. En la década del 60 bajó la producción nacional. En los 70 se produjeron películas de notorios delincuentes. En los años 80, Dios los Cría de Jacobo Morales, quien también produjo Lo que le pasó a Santiago, la primera película nominada a un Oscar; La gran fiesta de Marcos Zurinaga y Roberto Gándara y la Guagua aérea de Luis Molina le dan un segundo aire a la industria que hoy día languidece.
La necesidad es la madre de la invención
A pesar de lo sombrío del panorama de la industria del cine en Puerto Rico, la directora celebra que los creativos estén explorando más temas, personajes y estructuras narrativas innovadoras. “Se siente la evolución en una calidad técnica superior. A un nivel mundial de producciones audiovisuales”.
“En la última década la línea entre televisión y cine se ha desaparecido ya que las plataformas ‘streaming’ han empezado a producir sus propios contenidos con presupuestos exorbitantes, lo cual lleva a calidad técnica y contenido que constantemente empujan los límites creativos. Creo que la experiencia de ir al cine como tal no se va a perder, pero sí van a existir, además de las plataformas ‘streaming’, otros contenidos accesibles en formatos nuevos como la realidad virtual, que crean una apertura a un universo de experiencias audiovisuales nuevas para el público y para los creadores”.
Honrada de volver al Certificado en Cine
Juliana Maité, quien vive entre Miami y Mayagüez, dice que “es un honor ser parte de un programa tan bien estructurado” como el Certificado en Cine, que le permitió a ella desarrollar una base sólida en conocimientos de cine, y a completar sus estudios en el extranjero.
“Además de las clases teóricas y prácticas principales, el Certificado te da la oportunidad de tomar electivas en temas especiales de cine con otros departamentos. Estas clases varían por semestre, pero siempre son clases bien preparadas donde uno descubre géneros o cines de diferentes países que te cambian como creador y como espectador”.
El taller
Juliana Maité se graduó del Certificado en Cine de la UPRM e hizo su maestría en cine con especialización en dirección en la prestigiosa Escuela de San Antonio de los Baños en Cuba.
Ha trabajado como directora de cine y medios en Puerto Rico, Los Angeles, y Miami. También ha dirigido programas para la televisión pública puertorriqueña, y la serie web Ilia.
En el taller de 15 horas, los estudiantes aprenderán los conocimientos básicos sobre el trabajo del director durante la preproducción, producción y posproducción de un cortometraje a través de la teoría y la práctica en clase.
Al finalizar el curso el estudiante conocerá: El lenguaje audiovisual utilizado en el cine; la toma de decisiones de un director desde una perspectiva artística; el uso de la cámara como narrador; la dirección de actores profesionales y no profesionales; el bloqueo de una escena y el proceso de trabajo con los integrantes de una filmación.
En el taller se aceptan estudiantes de escuela superior y los interesados pueden matricularse en línea hasta el 1 de septiembre en: www.educon.uprm.edu. El mismo se ofrece el sábado, 2 de septiembre de 9-12 md y de 1-5:30 pm y el domingo 3 de septiembre de 9-12md y 1-5:30 pm. Cuesta $90.00. Para más información escriba a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. o llame a 787-832-4040, extensiones 3054 o 3058.