La Solución, salsa mayagüezana

Detalles

por César Colón-Montijo

Para Roberto Rivera la decisión no fue muy difícil. Era parte de un grupo de músicos jóvenes, dueños de sus instrumentos y del equipo de sonido, pero al no ser dueños de la agrupación en que tocaban no tenían verdadera libertad creativa. Roberto y sus colegas hicieron lo que hacen los jóvenes con espíritu creador, se liberaron y formaron su propia orquesta. Buscaron La Solución.

“Sí, nosotros éramos bien jovencitos y tomamos esa decisión”, dijo Rivera en entrevista con Mayagüez sabe a mangó. “Entonces buscamos un nombre y no sabíamos, pero dijimos bueno si ésta es la solución a nuestro problema, pues vamos a ponerle al grupo La Solución y entonces Tato Rico era uno de los cantantes y le pusimos así, Orquesta La Solución con Tato Rico al frente”.

La Solución se caracterizó, desde su fundación en 1975, por el sonido fuerte de los trombones. Ese sonar hiriente que se adjudica a la salsa nuevayorkina, pero que tiene sus raíces arraigadas en Mayagüez por lo determinante que fue Mon Rivera en su desarrollo. “Nosotros fuimos los primeros en usar tres trombones porque Willie Colón al principio tenía sólo dos. Entonces en el estudio de grabación los doblábamos y sonaban como si fueran seis, eso le daba a la orquesta un sonido fuerte.”

Ese vínculo sonoro con la salsa de Nueva York le permitió a Rivera y sus muchachos acompañar en la Isla a Rubén Blades, Celia Cruz y Héctor Lavoe. Al Cantante de los Cantantes lo acompañaron en 1986, ya en las postrimerías de su carrera. Con Celia compartieron en 1980.

“Esa señora era como una abuelita para nosotros, imagínate. Nos decía ‘Ave María estos nenes meten unas moñas que ni Willie Colón’. Y Cabecita de Algodón se paraba en la esquina, me decía ‘Yo voy a hacer como que dirijo, pero ustedes hagan lo que ustedes hacen’.”

A Blades lo conocieron antes, justo cuando el panameño había sacado al mercado el disco Metiendo Mano, su primero junto a Willie Colón. Rivera no sabía quién era Blades. “Me llamaron pa’ decirme que tenía que estar al otro día en un hotel de San Juan en una audición para hacer una gira con un cantante nuevo. Llamé a los muchachos y todo el mundo dijo que sí. Nos fuimos pa’ San Juan, en ese entonces el viaje era de cuatro horas, llegamos allá y nos presentaron a este muchacho flaco panameño. Tocamos dos temas y él nos mandó a parar”.

En ese momento Roberto pensó que no los contrataban, pero a Blades le gustó La Solución. “Le dijimos que nos dejara tocar un par de números más porque habíamos viajado de Mayagüez para tocar y estábamos calentando. Él nos preguntó cuán largo era el viaje y cuando le dijimos que cuatro horas nos dijo ‘Compadre, ¿después de ese viaje ustedes tienen ese afinque? Guarden los instrumentos que les invito la comida.”

Esa misma tarde y en sus primeros días junto a La Solución, Blades se fijó en el talento y carisma de un jovencito que despuntaba con la orquesta. Según Rivera, tan pronto lo escuchó, el panameño le dijo “Ese muchachito va a llegar lejos, cuídenlo.”

Eso fue en 1977 y aquel “muchachito” de apenas 19 años era Frankie Ruiz, quien dos años más tarde pegaría con La Solución uno de sus temas más recordados, La Rueda.

Rivera recuerda la primera vez que Frankie cantó con la orquesta. “Su mamá lo acompañó a un baile, me lo presentó y me pidió que lo dejara cantar. Yo le dije que no se podía porque el nene no sabía los números de la Solución, pero insistió tanto la señora que lo dejé treparse en los coros. Cuando yo lo escuché me gustó mucho el timbre y la tonalidad de su voz. desde ese día se quedó con nosotros.”

Con La Rueda Frankie se hizo famoso y La Solución recorrió Latinoamérica. "La Rueda estuvo seis meses número uno en la radio en este País", comentó Rivera. Pero el junte no duró mucho tiempo. "Había mucho trabajo y Frankie tenía inquietudes de ser solista, entonces quería hacerlo a su manera, dirgir él la orquesta y eso no podía ser. Entonces se habló con la compañía, nos separamos e incorporamos a Papo Sánchez a La Solución con Meguí Rivera, mi hermano que antes tocaba congas y pegó La Canita al Aire."

Los años ochenta fueron tiempos de mucho trabajo y éxito internacional para La Solución. Recibieron los premios Trofeo Salsa en Perú; Búho de Oro en Panamá, y el Pergamino Costeñidad Colombiana. Además pegaron hits como La rosa y la vida, Morena consentida y La juma de ayer. En tiempos de salsa monga, Rivera apostó por continuar con sus trombones e incluir bombas y plenas en su repertorio. Grabaron también en 1983 un álbum junto a Antonio Cabán Vale “el Topo”.

En 2005 La Solución celebró sus treinta años con un disco y un concierto en Mayaguez. Este año celebran su 35 aniversario con un nuevo tema que han circulado en internet de manera gratuita para sus fanáticos: Son 35.

Roberto Rivera vive aún en Mayagüez, en la carretera 106 camino a Las Marías. En su casa de madera, que comparte con su esposa, hija y el día de nuestra visita con sus nietos, guarda como reliquias LPs de su orquesta, fotos, afiches y discos. Allí imparte clases de música y se cura tocando la guitarra hawallana, instrumento que aprendió de manera autodidacta y que le mantiene entre cuerdas como ha vivido desde que se enamoró de la guitarra y el bajo. Su orquesta aún guisa, especialmente en países como Panamá y Colombia, lugares en los que ya ha sonado el nuevo tema de La Solución.

“Yo no sé cómo ya nos llamaron de Panamá y Colombia que lo sonaron por la radio allá. Lo mismo con los Centroamericanos que desde Cartagena nos llamaron para preguntarnos en qué actividad se presentará La Solución porque nosotros en los últimos juegos allá tocamos en la clausura junto a El Gran Combo. Lamentablemente no estamos en las actividades oficiales, pero ahí estamos planeando una presentación por nuestra cuenta para regalarla a los periodistas.”

Finalmente los organizadores ofrecieron a Rivera que La Solución se presente el 1 de agosto en la actividad de cierre de los Centroamercianos y por supuesto que la Solución estará allí con su salsa de trombones.

Para Roberto Rivera esa decisión tampoco fue muy difícil. Hoy un poco menos joven y convertido a la fe religiosa, mantiene el espíritu creador con el que fundó su orquesta. 35 años más tarde continúa buscando La Solución.

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