Descansarán en Mayagüez los restos del líder nacionalista Rafael Cancel Miranda
El dirigente nacionalista y ex prisionero político Rafael Cancel Miranda falleció el lunes 2 de marzo de 2020 por complicaciones de salud. Nació en el barrio Dulces Labios de Mayagüez el 18 de julio de 1930. Tenía 89 años.
“Estaba alerta y consciente y falleció en paz rodeado por sus seres queridos”, entre ellos su esposa María de los Ángeles Vázquez y su hijo Rafael Cancel Vázquez, lee en parte un comunicado enviado tras su deceso.
Los actos de despedida y celebración de su vida se efectuarán en San Juan y Mayagüez. Se solicita, a petición de Cancel Miranda, que no se bajen banderas a media asta. “Por los patriotas, las banderas deben ondear lo más alto posible, siempre libres”, afirmó en repetidas ocasiones.
Le sobreviven su viuda María de los Ángeles Vázquez, sus hijos Rafael Cancel Vázquez, Ángel Rafael Cancel Jiménez, Gil Raimundo Cancel Jiménez, nietos y bisnietos.
Cancel Miranda fue un patriota que dedicó su vida a la lucha por la libertad de Puerto Rico, y a “educar” sobre la independencia y el amor patrio.
El mayagüezano se formó en un hogar nacionalista. Conoció la crueldad del imperialismo cuando su padre Don Rafael Cancel Rodríguez, un estrecho colaborador del líder nacionalista Don Pedro Albizu Campos, y su madre adoptiva estuvieron a punto de morir víctimas de las balas que las fuerzas policiales, por órdenes del general estadounidense Blanton Winship, dispararon contra los nacionalistas que marchaban pacíficamente por la excarcelación de los presos nacionalistas, Albizu Campos y José Antonio Corretjer, entre otros, el 21de marzo de 1937. En la masacre de Ponce, ese Domingo de Ramos murieron 19 personas y otras 200 resultaron heridas.
Expulsado del salón de primer grado
Meses después, a los siete años, Rafaelito o Pito como le llamaban los más cercanos se enfrentó a la represión cuando siendo estudiante del primer grado fue expulsado del salón por negarse a jurar lealtad a la bandera de Estados. A partir de entonces supo que su vida sería lucha toda.
Su nombre y su gesta patriótica se inscribió en la historia nacional e internacional luego que el 1 de marzo de 1954 junto a Lolita Lebrón, Irvin Flores y Andrés Figueroa Cordero tomara por asalto el Congreso en la Capital Federal de Washington D.C. para denunciar la farsa de 1952 que perpetuaría el estado colonial de Puerto Rio.
Ocho tiros hizo el patriota ese día mientras Lolita, habiendo hecho el primer disparo desplegaba nuestra bandera al grito de “Viva Puerto Rico libre” y Andrés e Irvin eran sometidos a la obediencia tras el ataque.
En el corredor de la muerte por la gesta de marzo del 54
Ya había cumplido dos años y un día de cárcel por negarse a la inscripción obligatoria en el ejército de Estados Unidos, cuando tenía solo 17 años, antes de ser sentenciado a la pena de muerte por la gesta de marzo de 1954.
Posteriormente su sentencia se redujo a cadena perpetua hasta que en 1979, por un acuerdo de canje de prisioneros cubanos, y mediante la intervención del comandante de la revolución cubana Fidel Castro, el presidente Jimmy Carter le indultó junto a sus compañeros tras haber cumplido más de 25 años en prisión.
Estuvo encarcelado en siete prisiones estadounidenses. Seis años pasó en Alcatraz. Dieciocho meses estuvo en un tratamiento de modificación de conducta. “Nunca aceptamos tratos de ningún tipo, y no nos arrepentimos de nada”, dijo siempre que se le preguntó.
Cuando salió de prisión, regresó a Mayagüez para administrar la Mueblería la Puertorriqueña en la calle Luis Muñoz Rivera #13 propiedad de su padre. Participó activamente en todas las luchas reivindicativas junto a los trabajadores y trabajadoras y los estudiantes universitarios. Su presencia indispensable era un bálsamo en los campamentos de desobediencia civil contra la Junta de Control Fiscal, en las marchas del primero de mayo, en las luchas por sacar a la marina de Vieques o en el Festival de Claridad.
Intercedió para evitar la extradición de Guillermo Morales, hoy asilado en Cuba; dictó conferencias por la independencia de Puerto Rico en universidades de Estados Unidos y ha visitado -en reclamos por la libertad- países como Cuba, República Dominicana, México, Venezuela, Nicaragua, Guatemala, Panamá y Ecuador, entre otros.
En su larga vida, Rafael encarnó de manera ejemplar las virtudes patrióticas del valor y el sacrificio. De una constancia indoblegable en su adhesión al ideal libertario, consagró su vida a hacerlo realidad. Ni un cuarto de siglo de encierro forzoso hizo mella en su compromiso con la libertad.
De ese confinamiento salió sin rencor, y el resto de su vida fue una lección de fraternidad no solo con sus correligionarios, sino con todos los puertorriqueños y puertorriqueñas.
El escritor
El también escritor y poeta publicó nueve libros y cientos de artículos, reflexiones y poemas de amor a la patria, y a los hombres y mujeres que a diario trabajan por el país por el que dio su libertad, su familia y su hacienda. En el año 2013 recibió el Gran Premio Nacional Ricardo Alegría, máximo galardón de la Feria Internacional del Libro de Puerto Rico.
Su último libro: Más allá del espejismo fue publicado en diciembre de 2019. Hace solo un mes fue presentado en el Museo Pilar Defilló de su ciudad natal. Cancel Miranda no pudo asistir a la cita por estar hospitalizado.
Adeptos y adversarios por igual le distinguieron siempre por su caballerosidad y don de gentes, que nunca estuvo reñida con la firmeza de sus convicciones y la fuerza de su voz en la denuncia.
Su muerte física da paso a la inmortalidad de los que lo han dado todo por la libertad y otros valores superiores del espíritu.