Fincas solares serán más caras, comprometen terrenos fértiles y la seguridad alimentaria
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- por mayaguezsabeamango.com
Las organizaciones agrupadas bajo la propuesta Queremos Sol solicitaron a la Junta de Gobierno de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) comenzar un proceso participativo y transparente para dotar a la isla de equipos solares y sistemas de almacenamiento beneficiosos para los consumidores.
Los reclamos se dan en momentos en que la Autoridad de Energía Eléctrica ha confirmado que renegocia 23 contratos de energía renovable, entre ellos unos siete megaproyectos de fincas solares.
"Nuestros estudios demuestran que el costo de generar electricidad fotovoltaica en techos es más barato, por mucho, que el precio que AEE pagará por la energía solar fotovoltaica de fincas grandes", dijo Agustín Irizarry, catedrático del Departamento de Energía Eléctrica de la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez.
Según el perito, "el costo de generar energía solar en techos disminuye con el tiempo. Por el contrario, el precio de la energía renovable en fincas grandes aumenta con el tiempo debido a que los contratos anunciados por la AEE conllevan un aumento de 2% al año". A este costo hay que sumarle alrededor de 5 centavos, el costo de tarifa básica de la AEE, añadió.
La petición responde a la intención expresa de la AEE de adelantar la meta de generar la totalidad de la energía con fuentes renovables para antes de 2050, basado en megaproyectos que impactarían terrenos agrícolas y de alto valor ecológico.
Específicamente, el grupo propone que la AEE tome las medidas para adquirir o procurar equipos que aprovechen la abundancia de recursos que representan los techos y sistemas de almacenamiento de energía solar, que pueden ser instalados de inmediato por decenas de empleados de la AEE ya entrenados en tecnología de energía renovable, en colaboración con grupos comunitarios.
Seguridad alimentaria
El grupo ha planteado que los proyectos favorecidos por la AEE comprometen terrenos fértiles que Puerto Rico necesita para ampliar sus recursos de seguridad alimentaria y proteger su ecología.
"La mayoría de las instalaciones solares grandes que se proponen están ubicadas en terrenos de valor agrícola o valor natural. Tenemos espacio suficiente en los techos para generar electricidad por lo que rechazamos el que se utilicen terrenos fértiles y valor ecológico para proyectos solares. Las decisiones no se pueden tomar en el vacío. La crisis que enfrentamos con la pandemia del COVID-19 nos muestra la importancia de asegurar terrenos para la seguridad alimentaria del País y nos reitera la estrecha relación entre las condiciones del medioambiente y la salud pública", expuso Ingrid M. Vila Biaggi, presidenta de Cambio, una de las organizaciones proponentes de Queremos Sol.
El grupo destacó que la destrucción del sistema eléctrico de transmisión y distribución por el paso del huracán María dejó a Puerto Rico sin electricidad a pesar de que el sistema de generación funcionaba. Esto demuestra la necesidad de desarrollar proyectos renovables distribuidos en techos que beneficien directamente a las comunidades.
"La energía de centrales grandes no llegaba a los hogares tras el paso del huracán. Lo mismo pasará con la energía solar en fincas grandes si se avería el sistema de transmisión y distribución. La inmensa mayoría de los sistemas solares en techos, en Puerto Rico y en Islas Vírgenes, sobrevivieron al huracán María", indicó Ángel Figueroa Jaramillo, presidente de la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riesgo (UTIER), parte de Queremos Sol.
Aseguran se obstaculiza la transformación energética
Por su parte Federico Cintrón, Director de El Puente-Enlace Latino de Acción Climática añadió que "el modelo de producción que insiste en impulsar la gerencia de la AEEPR con estas instalaciones solares y con la importación de gas líquido, retrasan y obstaculizan una verdadera transformación justa hacia un sistema energético sustentable, seguro y distribuido. De poco sirve producir energía solar si el modelo económico que lo hace continúa fomentando la desigualdad social. En Queremos Sol proponemos que sea la gente quien produzca y almacene la energía utilizando sus techos. Hacia eso es que nos debemos mover y dejar de comprometer la soberanía energética de Puerto Rico con negocios que solo benefician a unos pocos".
Las organizaciones recordaron que estos proyectos se originaron bajo el gobierno de Luis Fortuño y que son producto de un proceso expedito “fast-track” que no contó ni con participación ciudadana ni con una evaluación rigurosa de los impactos directos y a largo plazo para nuestro desarrollo sostenible.
Modelo Casa Pueblo
El doctor Arturo Massol Deyá, director ejecutivo de la organización comunitaria Casa Pueblo y profesor de biología del Recinto Universitario de Mayagüez, sostiene que la propuesta actual de fincas solares “es el mismo modelo de explotación donde la gente sigue presa de un sistema centralizado”.
“Nosotros impulsamos generación por la gente en el lugar del consumo: casas, negocios, escuelas, etc. donde se aprovechen espacios disponibles (techos), se reduce vulnerabilidad de líneas de transmisión y distribución mientras la riqueza energética es del barbero, la persona del hogar o sea, para nosotros abordar la pobreza y cómo vía de activación económica. Pero nuestra activación económica, no la de ellos”, reiteró.
Tras el recurrente colapso de un modelo energético obsoleto y dañino cimentado en combustibles fósiles, Casa Pueblo, junto a diversos sectores de nuestra sociedad y la diáspora puertorriqueña reclaman y trabajan para que el país se energice con fuentes limpias y renovables.
La organización, que utiliza la energía solar para el funcionamiento de sus instalaciones y el funcionamiento de una emisora de radio y un sala de cine solar ha emplazado al gobierno de Puerto Rico y a los inversionistas para que se alcance la meta de 50% de capacidad energética del país con el sol en el punto de consumo, de modo que el ahorro sea para la gente y el sector productivo directamente.
Fincas solares: desastre ecológico
La doctora Ana J. Navarro Rodríguez, especialista en ecosistemas costeros y asociada en investigaciones del programa Sea Grant de la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez sostuvo que el proyecto de las fincas solares es preocupante ya que, “como siempre, son mega intereses foráneos con interés de lucro a cuenta de nuestros recursos naturales. Los grandes corporativos que se hacen llamar ‘verdes’ pero que al final lo único que tienen de verde es el interés por el dinero”.
“En su afán de lucro destruyen los ecosistemas y grandes extensiones de terreno y cuando ya han sacado muchas ganancias, se van y nos dejan el desastre ecológico”, insistió.
Al igual que Massol Deyá Navarro apoya el uso de los techos y proyectos a escala comunitaria y solidarios.
“Con reuso de los materiales (paneles, placas solares, baterías recargables), con recurso local. Tenemos muchísimos ingenieros con sus pequeñas empresas haciendo y promoviendo tecnología solar/eólica a escala de hogar, de bajo o cero impacto ambiental, que proteja la biodiversidad, las aguas y el suelo”.
Navarro Rodríguez recordó que ya se han documentado los daños devastadores de estos mega proyectos. “Desolación, abandono, pérdida de hábitat, pueblos destruidos, extinción de especies, en fin, un final triste”.
“En Puerto Rico tenemos un gran ejemplo: la Refinería CORCO, un desastre ambiental y humano. Por cierto en la misma región donde planifican este mega proyecto ‘verde’. Es irónico”, concluyó al recordar que “muchos actores de nuestro terruño seguramente no fueron consultados en este tipo de proyecto”.
Mega proyectos solares
La Junta de Supervisión Fiscal (JSF) de la isla está examinando una serie de proyectos infraestructurales que, si fueran aprobados, tendrían una tramitación más rápida. Muchos de los proyectos ya tienen un PPA con la eléctrica local AEE. Dos de ellos, además, incluyen la instalación de sistemas de almacenamiento de escala industrial.
Puerto Rico está considerando también la energía solar a gran escala, y no solo proyectos de mini red o sobre tejado, como una opción concreta para la reconstrucción de su infraestructura energética, que fue seriamente dañada por los huracanes Irma y María el año pasado.
La Junta de Supervisión Fiscal (JSF) de Puerto Rico, de hecho, está actualmente revisando ocho proyectos fotovoltaicos de gran tamaño que las misma autoridades de la isla consideran necesarios para mejorar la red eléctrica.
Un primer proyecto, llamado Vega Baja Solar Project, LLC, fue presentado por la francesa Fonroche (que ahora se llama Reden Solar) y tiene una potencia instalada de 15 MW (AC). La planta, que se conectaría a la red de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), su ubicaría en Naguabo e incluiría la instalación de un sistema de almacenamiento de 30 MWh de capacidad. La batería utilizaría 137 aparatos TESLA Powerpacks.
Un segundo proyecto de 33,5 MW (AC), rebautizado Morovis Solar, fue presentando por la española X-Elio a través de la empresa MOROVIS SOLAR LCC. El proyecto, que se está desarrollando desde 2011, tiene ya un PPA de 25 años con la AEE. “El acuerdo ha sido enmendado cuatro veces desde 2011. Actualmente, se está programando una reunión con la AEE para negociar los términos de la quinta y última enmienda a fin de comenzar la construcción lo antes posible. Entendemos que la consideración de Morovis como un proyecto crítico mejorará nuestras capacidades para ejecutar la enmienda con la AEE,” se puede leer en la página de la JSF.
Otro proyecto de 100 MW (AC) lo está desarrollando la canadiense Greenbriar Capital Corp a través de la empresa PBJL Energy Corporation. La planta Montalva Solar Facility estaría localizada entre las municipalidades de Guánica, Lajas y Barrio de Montalva, en el sudoeste de la isla. “El proyecto está ubicado en un área que tiene una de las más altas, si no la más alta, insolación solar en Puerto Rico,” según informa la JSF en su documento.
Además, la empresa M Solar Generating, LLC (M Solar) está planeando un parque solar de 50 MW en Vega Baja, al norte de la isla. También este proyecto tiene un PPA de 25 años con la AEE. “La energía eléctrica se venderá a un precio de $0,15 por kWh, aumentando anualmente a una tasa del 2 % durante el plazo del acuerdo,” dice la JSF. La construcción de la planta debería ser finalizada antes del fin de 2018, se desprende del documento. La inversión total en el proyecto ascendería a unos $110 millones.
Un quinto proyecto de 17,8 MW (AC), llamado Guayama Solar Energy (GSE), también incluiría la instalación de un sistema de almacenamiento, en este caso de 9 MW. La instalación estaría localizada en el municipio de Guayama, en la región del Valle Costero del Sur. Aun este proyecto tiene un PPA de 25 años con la AEE. “GSE fue seleccionado por la AEE como uno de los dieciocho proyectos de energía renovable para la implementación a corto plazo y la interconexión a la red dentro del límite de capacidad determinado por el estudio de integración de la red de energía renovable de Siemens,” dijo la entidad en su informe. La inversión total en el proyecto ascendería a unos $60 millones.
Otro parque solar, cuya potencia podría ser de entre 25 y 50 megavatios, está siendo desarrollado por otra empresa española, la Alener Generación, S.L. (Alener), a través de su filial local Solaner Puerto Rico, LLC. La planta SFPP está planeada para la municipalidad de Cabo Rojo al extremo sur-oeste de Puerto Rico. “La electricidad generada por el SFPP será completamente adquirida por la AEE bajo los términos de un acuerdo para la compra de energía y operación efectiva por un período de 25 años con una posible extensión de cinco años más. La AEE utilizará los créditos de energía verde generados por la operación de SFPP para cumplir con la Cartera de Energía Renovable de Puerto Rico para 2018,” dijo la JSF en la ficha sobre el proyecto. La inversión estimada para el proyecto es de unos $80,7 millones.
El séptimo proyecto solar, incluido en la lista de proyectos de interés crítico y estratégico, es una planta de 20 MW (AC) planeada por Blue Beetle III, LLC en la municipalidad de Arecibo, en la parte norteña de la isla. “La energía será entregada a la AEE bajo un PPA ejecutado entre la AEE y Blue Beetle III en 2011, y modificada tres veces. El acuerdo tiene una duración de 25 años y un precio de $ 0.1425 por Kwh”, se lee en el documento.
Un último proyecto, de 20 MW (AC) de potencia, se llama Vega Serena Solar Plant y está siendo desarrollado por la empresa Renewable Energy Authority, LLC. Esta iniciativa, cuya inversión total se estima en unos $55,5 millones, se debería localizar en Vega Baja, el Norte central de Puerto Rico.
En suma, se trata de siete proyectos por un total de más de 280 MW. Si resultan aprobados por las autoridades de la isla, todas las iniciativas podría obtener una tramitación más rápida. Lo que parece bastante claro es que la renegociación de los PPAs, por los menos para las iniciativas que pudieron asegurarse este tipo de acuerdo, será clave para la efectiva realización de los proyectos.