A media asta las banderas para honrar a Don Manolito
La administración municipal de Mayagüez ha decretado cinco días de duelo para honrar la memoria del exvicepresidente y legislador de la Legislatura Municipal de Mayagüez, Manuel Andrés Pérez Sotomayor quien falleció el domingo cinco de septiembre a las 4:30 de la tarde en el hogar Casa Linda de la Sultana del oeste. Tenía 102 años.
El alcalde interino, ingeniero Jorge L. Ramos Ruiz ordenó que las banderas de todas las dependencias municipales ondeen a media asta por cinco días, “en señal del luto y el duelo que embarga esta ciudad, que le abrió sus brazos y lo convirtió en su hijo adoptivo por excelencia desde hace más de ocho décadas”.
“Hace solo unas semanas tuvimos el honor de compartir con él, un merecido reconocimiento que se realizó a los legisladores municipales en su semana. Amante de los gallos de pelea desde su niñez y a sus 102 años de edad tenía una mente privilegiada y digna de admirar’’, expresó el alcalde Ramos en declaraciones escritas.
Pérez Sotomayor nació el 30 de noviembre de 1919 en la guardarraya entre San Sebastián y Añasco, pueblos que le han honrado por sus logros y aportaciones profesionales, pero siempre quiso que lo enterraran en Mayagüez. Al otrora legislador municipal le sobreviven sus tres hijas, 12 nietos, 27 bisnietos y un tataranieto.
Según su hija Magda Pérez la envidiable salud de su padre se deterioró muy rápidamente. “Un día estaba sentándose por sí solo y de momento dejó de caminar. Primero caminaba bien suave, luego empezó a sentirse mal con mareos, dejó de hablar, dejó de comer, no veía hasta que llegó al estado vegetal. En un mes Papi fue para atrás, todos los días salía algo nuevo”, dijo a mayaguezsabeamango.com la menor de las tres hijas del legislador municipal y gallero.
Esperó para despedirse de sus hijas
Don Manolito vivió en su casa asistido por dos cuidadoras hasta cuatro días antes de su deceso. Magda y sus hermanas Mercedes y Carmen pasaron la tarde del domingo con su padre y otros familiares a quienes se les permitió estar con él. “Éramos como diez personas y como a las cuatro salimos y le dije a un enfermero que papi estaba bien malito, que por favor le diera la vuelta. Lo próximo que supimos fue que ese enfermero lo encontró sin vida. Él esperó que yo saliera de allí para morirse”.
El sepelio
Aunque no hay fecha para su sepelio, el alcalde interino Jorge Ramos ha dispuesto que se hagan los arreglos necesarios para honrar a quien hasta hace solo días fue el legislador en funciones más longevo de Puerto Rico.
Mientras, la familia ha decido que cuando llegué el momento habrá un velorio en la Funeraria Mayagüez Memorial, y un acto protocolar en la Casa Alcaldía, donde sirvió 26 años, una misa o responso en la Catedral Nuestra Señora de la Candelaria y que sus restos serán sepultados en el panteón familiar en el cementerio Vivaldi de Mayagüez, tan pronto personal del Instituto de Medicina Forense firme un documento que autoriza el inicio de las exequias.
“Papi no creía en la cremación. Él quería que lo velaran y lo enterraran en el panteón de la familia”, así será.
“Un grupo sugirió que la ceremonia fuera en la gallera de Mayagüez que lleva su nombre pero nosotras decidimos y así se le notificó al vicealcalde, que queríamos que ese acto protocolar sea en la Casa Alcaldía”, aclaró.
Historia breve
Se llamaba Manuel pero le llamaban Don Manolito. Fue un modelo de servidor público. Hasta hace unos días y a sus 102 años de edad asistía puntual a las reuniones de la legislatura “eso era sagrado para él” y acometía su gestión política y social con la misma ilusión y compromiso del primer día.
Tenía setenta y cuatro años cuando ocupó por primera vez su escaño legislativo en 1996. Antes estuvo en la Junta de Subastas y como comisionado en propiedad del Partido Popular Democrático de Mayagüez.
Era tan noble y desprendido que renunció a la vicepresidencia del cuerpo legislativo que lo eligió en enero 2017, para dar paso a alguien más joven consciente de que al final de su mandato habría tenido 101 años.
Pérez Sotomayor presidía la Comisión de Denominación de Calles y Estructuras y le puso nombre a barriadas enteras.
El legislador municipal reconocía que su mayor aportación había sido el “conocimiento acumulado”. “Aquí yo he tenido la suerte de que, al ser el más viejo, le he dado mucho conocimiento a las personas de menos edad que yo”, decía en una entrevista previa en mayaguezsabeamango.com.
Pasión por los gallos de pelea
Sentía tanta pasión por su responsabilidad política como por su gran afición a los gallos de pelea.
Tenía cinco años cuando empezó a jugar a los gallos en la gallera clandestina de su padre en el barrio Altosano de San Sebastián del Pepino. Y hasta poco antes de morir le dedicó los sábados y los domingos a visitar galleras.
En su honor hace unos meses la administración municipal le puso su nombre a la Gallera Municipal de Mayagüez y el Senado de Puerto Rico le honró por su aportación al deporte de los picos y las espuelas.
Fue fundador del Partido Democrático de Mayagüez y “popular de centro”, sirvió en el ejército de los Estados Unidos y trabajó por años en el Colegio de Mayagüez.
Don Manolito estuvo casado con su esposa Lucila Maíz durante 67 años y enviudó en el 2006. De sus hijas, Mercedes, Carmen de Lourdes y Magda habló siempre con ternura se sentía orgulloso de sus nietos y bisnietos.
“Yo vivo orgullosa de mi padre y sé que él vivió siempre orgulloso de su familia. Es muy difícil, estoy muy triste por su partida”, acotó Magda.
Descanse en paz Don Manolito.