Rafael Cancel Miranda no se arrepiente de nada en el Teatro de la IUPI
El legendario teatro del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico se llenó a capacidad para el estreno del documental largometraje del nacionalista mayagüezano, Rafael Cancel Miranda: “I’m not sorry for what I did”, de la productora y directora Ana María García.
Los que llegaron con retraso hacían malabares para lograr acceso a la sala, en la que se ocuparon todas las butacas del primer y segundo piso, a minutos de la presentación de la película.
Una proyección del cartel publicitario, diseñado a partir de una foto de un joven Cancel Miranda y un atril a la izquierda del escenario era todo el decorado.
En este trabajo documental, producido y dirigido por la también catedrática asociada jubilada de la Escuela de Comunicación de la IUPI, el expreso nacionalista nos cuenta de su sólida formación ética, política y moral, en su niñez y su juventud, bajo la tutela de dos de sus grandes héroes: don Pedro Albizu Campos y su padre, Rafael Cancel Rodríguez, quien fue presidente de la Junta Nacionalista de Mayagüez del Partido Nacionalista Puertorriqueño.
De la masacre de Ponce
El patriota desvela que se hizo nacionalista “emocional e intelectualmente” a los siete años, al ver a sus padres regresar a casa con la ropa manchada con la sangre de los heridos y los muertos de la infame masacre del Domingo de Ramos, el 21 de marzo de 1937.
Se sabe que ese día, la policía colonial estadounidense abrió fuego contra una manifestación civil pacífica, organizada por el Partido Nacionalista en conmemoración de la abolición de la esclavitud en la isla, en 1873 y para protestar por la detención ilegal de Albizu Campos.
Diecinueve personas murieron, dos de ellas policías, otros 235 resultaron heridos. Don Rafaelito conocía a muchos de los mártires de Ponce, incluyendo a niños amigos con los que jugaba en el barrio Dulces Labios de Mayagüez.
También habla de su primer encarcelamiento a los 18 años por negarse a “matar coreanos” siendo miembro del ejército de Estados Unidos, de su breve exilio en Cuba y del viaje en tren desde Nueva York hasta la capital federal en Washington D.C. el primero de marzo de 1954, junto a Lolita Lebrón, Irvin Flores y Andrés Figueroa Cordero.
Fue Albizu Campos quien tomó la decisión de atacar al gobierno de los Estados Unidos en su propio territorio y dar un mensaje directo al mundo y a los gobiernos que se alineaban con Estados Unidos.
Lolita, Rafaelito, Irvin y Andrés fueron los seleccionados para la misión. Se inmolarían en el Congreso. Seguros de que morirían en el intento ese día fueron a dar la vida por la patria.
Un título en inglés
El título en inglés de la película fue una idea de la directora que Cancel Miranda aprobó porque alude a una cita de la respuesta del mayagüezano a la pregunta de un periodista, minutos después de su arresto la tarde del ataque, en el que nadie murió, y que sugería que el nacionalista debía arrepentirse de lo que había hecho. Él contesta que no se arrepiente de lo que hizo. “I’m not sorry for what I did. I,m not sorry”.
Cancel Miranda hace un valioso y detallado recuento de las horas que precedieron el ataque al Congreso de USA y los dramáticos momentos que vivieron durante y después del mismo.
También habla de los juicios en Washington y Nueva York, su encarcelamiento en las prisiones de Alcatraz, Leavenworth y Marion y de cómo su valiente desafío ante el juez que atendía el caso, le mereció tres años más de prisión por desacato al tribunal. Setenta y ocho años debía cumplir en prisión.
El poeta y ensayista
El documental indaga en la obra poética, ensayística y como figura emblemática de la lucha por la independencia de nuestro país. Nueve libros llegó a publicar.
La doctora García ha tenido acceso a casi todo el material fílmico de archivos de la época, tomados en Puerto Rico y los Estados Unidos y fotografías que documentan el suceso minutos después de que fueran apresados los cuatro nacionalistas, lo que enriquece extraordinariamente la producción.
La luz, los planos, el tratamiento cinematográfico están muy bien logrados, sobre todo en la recreación de la Masacre de Ponce. El vestuario, la dirección de arte y la ambientación resultan muy acertados.
El Cancel Miranda de casi 90 años está lúcido, coherente, divertido, elocuente y transmite el fervor y las mismas ganas de luchar por la libertad de la patria que evoca la reminiscencia de la energía de su juventud.
Aunque tiene abundante material de los funerales del patriota en San Juan y Mayagüez la directora decidió no incluirlo en esta película.
Orquídeas en tiestos y una historia de amor
En primera fila estaba la viuda de Cancel Miranda, la discreta colaboradora de cuatro décadas, María de los Ángeles Vázquez y su hijo Rafael Cancel Vázquez.
“En breves minutos vamos a disfrutar de lo que Rafael llamaba ‘mi película’, un documental sobre su extraordinaria vida, la vida de un puertorriqueño que hizo cosas extraordinarias, pero que jamás se vio como alguien muy particular o especial. Era, como dijera su hermano cubano Ricardo Alarcón cuando el Gobierno Revolucionario de Cuba le confirió la mٞás alta distinción civil, la Orden de José Martí, en 2006, “Rafael es enfermizamente modesto”, recordó su viuda al subir al proscenio.
Aunque para su familia cercana y los amigos, ella es Angie, para don Rafael Cancel Miranda ella es María de los Ángeles, porque Angie “es una americanización de su nombre”.
Ella trabajaba en la oficina de asuntos académicos en el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico y nunca militó en ningún grupo político. Nació en Nueva York y a los trece años, tras la muerte de su madre, se mudó a Puerto Rico, a Cayey.
“La vida aquí fue muy dura y quería regresar a Nueva York”, hasta que llegó a la IUPI y le “cambió el mundo”.
Al patriota lo conoció por carta
Ella había respondido a una campaña por la excarcelación de los presos nacionalistas del primero de marzo de 1954 en la que se pedía que enviaran tarjetas de navidad a los que fueron a exigir la liberación de Puerto Rico y a denunciar “el engaño del Estado Libre Asociado”.
Recuerda que le envió postales a Lolita Lebrón y a otros dos varones, no sabe a quienes, porque llegó tarde al Centro Universitario Católico y solo pudo comprar tres, ellos eran cuatro.
Cuando regresó de sus vacaciones navideñas encontró una carta de alguien cuya letra no conocía que firmaba R. C. era Cancel Miranda dando las gracias por la postal. A ella le pareció tan noble su gesto le envió una carta de agradecimiento y una foto suya tomada a las orquídeas en tiestos del Pabellón de las Orquídeas en el Jardín Botánico de la UPR. Él le respondió.
“Él no sabía quién yo era, pero me daba las gracias porque a él se le había olvidado como eran los tiestos”, dijo a mayaguezsabeamango y puntualizó durante su alocución previa al estreno.
A ella le pareció “espectacular que una persona tuviera la sensibilidad para apreciar las orquídeas después de tanto tiempo en prisión”. El resto es historia.
La correspondencia, con “ese hombre en prisión” duró dos años “y cuando él salió vino a buscarme”. Al año nació Rafaelito, el mismo día del aniversario de su excarcelación, el 10 de septiembre de 1979. Desde hace 41 años los Cancel Vázquez celebran, por partida doble, el aniversario de la excarcelación del padre y el cumpleaños del hijo. Días antes del estreno habían celebrado 43 años de la excarcelación del patriota.
Esa campaña y otras por la excarcelación de los nacionalistas en Puerto Rico, Estados Unidos y otros países, así como un canje de prisioneros propuesto por el líder de la revolución cubana, Fidel Castro y el Gobierno Revolucionario de Cuba, el entonces presidente de los Estados Unidos, Jimmy Carter, firmó la conmutación incondicional de las sentencias de los nacionalistas puertorriqueños.
El Teatro de la IUPI
Según María de los Ángeles para ella y para su hijo que el estreno de la película de su compañero de vida se diera en el Teatro de la Universidad, en la que trabajó durante 39 años, era muy importante porque “el recinto de Río Piedras ha sido la presencia más constante en mi vida”.
Vázquez trabajó en la Oficina de Asuntos Académicos, fue la primera administradora de Radio Universidad de Puerto Rico, luego enseñó traducción, fue decana asociada de Asuntos Académicos en Humacao, ayudante especial de los rectores George Hillier y Gladys Escalona en Río Piedras y coordinó el centenario de la Universidad. Allí volvió a enseñar hasta que se jubiló en 2008.
Rafaelito también estudio en Río Piedras. Fue presidente del Consejo de Estudiantes de la Escuela de Derecho, fundó la Asociación Nacional de Derecho Ambiental (ANDA) y por dos años consecutivos desfiló como el galllito de la IUPI en las justas de la Liga Atlética Interuniversitaria (LAI).
Para protegerlo, al hijo se le mantuvo ajeno a la hazaña por la que estuvo encarcelado su padre “por razones de seguridad”. Nunca fue a una concentración política con su padre y según él mismo cuenta “no conocía de su gesta patriótica, él era mi papá”.
“Él (Cancel Miranda) era una figura pública y era muy abierto pero su vida privada la cuidaba mucho por seguridad. Mientras fue niño y adolescente siempre se protegió su identidad”, apuntó Vázquez.
“Yo estoy aquí por ustedes que trabajaron para sacar a mi padre de la cárcel”, dijo el joven abogado y profesor de baile en un improvisado discurso que a su madre le hacía pensar en lo mucho que se parece a su padre.
“Son igualitos”, susurraba tras bastidores mientras seguía con la mirada a su hijo arengar desde el escenario de su teatro favorito.
Sobre la película, María de los Ángeles afirma que contar la historia de Cancel Miranda es retratar “la historia de nuestro país, de nuestros luchadores y luchadoras y, en particular, de los nacionalistas que dieron vida y hacienda. Ana María nos narra la persecución, la pobreza, el exilio, la cárcel; circunstancias que afortunadamente nosotros -los puertorriqueños- somos capaces de vencer y transformar en triunfos, en alegrías y celebración, tal como lo hizo Rafael en su larga vida”.
Los también expresos nacionalistas Heriberto Marín, único sobreviviente de la insurrección de Jayuya en 1950 y Juan Segarra Palmer, uno de los líderes del grupo Los Macheteros, acusado y encarcelado por el robo de siete millones de dólares a la Wells Fargo estuvieron en el estreno, así como el abogado y escritor ponceño José Enrique Ayoroa Santaliz, a quien María de los Ángeles quiso saludar personalmente.
La producción ejecutiva
El documental Rafael Cancel Miranda: “I’m not sorry for what I did” empezó como dos episodios del galardonado programa de televisión Prohibido Olvidar (WIPR-TV) entre el 12 de enero y 4 de abril de 2017.
“Tiempo que tomó la investigación, la investigación de material de archivo, la pre producción, la producción y la edición, musicalización y entrega de los dos episodios”, dijo García a mayaguezsabeamango.com.
La documentalista destacó que la contribución en efectivo de $17,700 de la Fundación Puertorriqueña de las Humanidades fue fundamental para costear el proyecto, así como la “contribución en género de la Universidad de Puerto Rico, La Operación Filmes, Agustín Cubano, Vilma Martínez, Bonita Huffman, Zoraida Sanjurjo, Carlos Ríos, Pedro Adorno, Kairiana Nuñez Santaliz y demás actores en las escenas de recreación y mis estudiantes de producción de la facultad de comunicación, UPR Río Piedras, hicieron posible la realización de la película”.
“Por eso estamos aquí hoy, para celebrar la vida de Rafael y con su inspiración e indomable espíritu, continuar su lucha por un mejor país, por un país próspero y libre para todos y todas y para que al final podamos decir, al igual que Rafael Cancel Miranda, ¡No me arrepiento! I’m not sorry for what I did, I’m not sorry”, sentenció la viuda del nacionalista y también profesora.
Ficha técnica
La ficha técnica de este trabajo incluye, en la dirección de fotografía al destacado director Agustín Cubano, (de Lo que le pasó a Santiago, la oscarizada cinta de Jacobo Morales que protagonizan Tommy Muñiz y Gladys Rodríguez nominada al premio Oscar, (1988)), En la edición destacan Adrián Pérez y Jorge Abello; la dirección de arte es de Bonita Huffman; el vestuario es de Vilma Martínez y en la selección del reparto o casting figura la veterana Zoraida Sanjurjo.
El guión de montaje es de García y de Adrián Pérez, también es de la directora de La Operación (1982), un galardonado documental sobre la esterilización forzada que se realizó de forma masiva a mujeres en edades reproductivas en Puerto Rico entre las décadas de 1940 y 1960.
La preproducción y producción de las recreaciones de la Masacre de Ponce y otras en la cárcel de La Princesa en San Juan, donde Cancel Miranda compartió espacio con Albizu Campos, entre otras, “se hicieron en la primera mitad de 2019, al igual que las entrevistas adicionales a Oscar López Rivera, María de los Ángeles Vázquez y Rafael Cancel Vázquez”.
Un problema de salud que aquejó a la directora en 2019 y 2020 obligó la posposición del trabajo que retomaron en 2021. El documental se terminó el mismo año de su estreno, en septiembre de 2022.
“Nuestro propósito es que se presente en las salas de cine comercial en Puerto Rico, una gira por catorce escuelas superiores, comunidades y universidades por toda la isla y que inicie el ciclo de festivales de cine en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano en la Habana, Cuba”, resume la también profesora que asegura “están llegando nuevas solicitudes para otras presentaciones en la isla”.
La primera de esas presentaciones ha sido auspiciada por el Comité de Derechos Humanos de Puerto Rico y la proyección será en el Colegio de Abogados y Abogadas de Puerto Rico en Miramar, el 29 de septiembre a las 7:00 pm.