Rubén Berríos homenajea a Juan Mari Brás en su natalicio: “Fue constante e inquebrantable”
En la arena política de la segunda mitad del siglo 20, Juan Mari Brás y Rubén Berríos emergieron como dos de las principales caras del movimiento independentista puertorriqueño, recibiendo el batón de predecesores como Pedro Albizu Campos y Gilberto Concepción de Gracia.
Como protagonistas de una lucha que –particularmente hasta la década de 1970– fue objeto de la represión institucional de los gobiernos de Puerto Rico y Estados Unidos, los dos líderes hicieron causa común continuamente, pero no estuvieron exentos de encontronazos políticos, más notablemente cuando Mari Brás fundó el Partido Socialista Puertorriqueño (PSP), que en 1976 y 1980 compitió electoralmente contra el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) de Berríos.
“Es posible que algunos de los aquí presentes, algunos todavía no muy conscientes de lo complejo y contradictorio que es el devenir histórico, se estén preguntando: ¿por qué me he limitado al análisis de los méritos de Juan, sin haber hecho referencia a las diferencias tácticas o estratégicas que ambos tuvimos en innumerables ocasiones? A esos les contesto con las palabras de Martí, y cito: ‘los hombres no pueden ser más perfectos que el sol. El sol quema con la misma luz que calienta. El sol tiene manchas. Los desagradecidos no hablan más que de las manchas, los agradecidos hablan de la luz’. Yo soy de los agradecidos”, esbozó Berríos este pasado viernes, durante una conferencia que ofreció en el 95 aniversario del natalicio del fenecido líder independentista.
La conferencia se celebró en el anfiteatro de la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico (UPR) , institución que –recordó Berríos– en 1948 expulsó a Mari Brás en represalia por su activismo durante un periodo de huelga estudiantil, determinación que lo obligó a completar sus estudios en los Estados Unidos.
“Algo que se nos olvida mucho es que cuando comparamos nuestra lucha por la independencia con otras luchas por la independencia, y gracias en gran medida a Juan Mari Brás, entre las agrupaciones independentistas siempre se mantuvo, aun ante las diferencias y discrepancias, un alto nivel de respeto. Aquí en Puerto Rico, en contraste con otras luchas, incluyendo la latinoamericana, la estadounidense y en nuestros días la palestina, la sangre nunca llegó al río”, puntualizó el presidente del PIP.
Berríos agregó que, desde los distintos frentes en que se destacó en la vida pública, Mari Brás preservó un elevado sentido de justicia social.
“Siempre insistió en la necesidad de atar la lucha por la independencia con la lucha por la plena justicia social. Siempre estuvo del lado de los desposeídos, de la clase obrera, de los que padecen. No puedo menos que recordar lo que me dijo un militante normal y corriente de la lucha por la independencia, hiperbólicamente pero con gran atino: ‘Juan Mari Brás le enseñó a Puerto Rico a piquetear y a marchar por sus derechos’”, sostuvo Berríos, previo a aludir a la consigna de “despierta boricua, defiende lo tuyo”.
Además de su trascendencia como líder político, Mari Brás, nacido el 2 de diciembre de 1927 en Mayagüez, se destacó como abogado, profesor y periodista, habiendo fundado en 1959 el semanario Claridad. En 2006, se convirtió en la primera persona en recibir del Departamento de Estado una certificación como ciudadano puertorriqueño, al amparo de una determinación del Tribunal Supremo de Puerto Rico, emitida una década antes, que reconocía esta ciudadanía como una separada de la estadounidense, a la que Mari Brás había renunciado voluntariamente en 1994.
En esa batalla perpetua por la descolonización, dijo Berríos, Mari Brás quedó marcado de manera singular ante el asesinato de uno de sus hijos, Santiago Mari Pesquera, en 1976, en un caso por el que las autoridades estatales ni federales han presentado cargos al día de hoy.
“Juan fue constante e inquebrantable en el objetivo que une a todos los patriotas: el logro de la independencia de Puerto Rico. Siempre de pie, frente a la más feroz persecución, llegando a padecer la pena incalculable de ver su propio hijo asesinado por el pecado de ser su hijo. Ningún otro patriota en nuestra historia ha tenido que pagar ese precio”, afirmó Berríos en el discurso ante otros líderes independentistas, profesores y estudiantes de la Escuela de Derecho.
Al fallecer el 10 de septiembre de 2010, a sus 82 años, Mari Brás habría visto “cómo se iban derrumbando los obstáculos que han impedido nuestra libertad. Así me lo manifestó personalmente frente al compañero Fernando Martín allá en la playa en Vieques”.
“Pero la historia también ha sido injusta con Juan, que no alcanzó a ver las muy favorables corrientes de los últimos años”, expresó Berríos, al enumerar la derrota de la opción del Estado Libre Asociado en el plebiscito de 2012, la decisión del Tribunal Supremo estadounidense en el caso Sánchez Valle de 2016, manifestación de coloniaje “que fue remachada” por el Congreso al aprobar la Ley Promesa ese año, y “tampoco pudo ser testigo, luego del plebiscito del 2020, ante el pavor y renuencia del Congreso ante la posibilidad de la estadidad”.
Previo a la conferencia del veterano líder del PIP, una de las hijas de Mari Brás, Mari Mari Narváez, presentó la exhibición digital “Juan Mari Brás: una mirada a su correspondencia”, un archivo de documentos tales como cartas con amigos, familiares y activistas, postales, telegramas y escritos. Mari Narváez explicó que el proyecto de digitalización es liderado por el Colectivo Estudio Caribe Digital, del Recinto de Río Piedras de la UPR.
* Publicado el 3 de diciembre de 2022 en El Nuevo Día Digital.