Se despliega en Mayagüez un Pop-up Bazar de moda colombiana y puertorriqueña
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- por mayaguezsabeamango.com
El bulevar Eudaldo Báez García de Mayagüez se transformará en un gran escaparate de “moda y estilo” para dar a diseñadores emergentes y a tiendas especializadas, la oportunidad de intercambiar experiencias, compartir en alianzas y colaborar en el crecimiento de sus empresas a través de la exportación e importación de productos utilizando como trampolín el Pop-up Bazar de Mayagüez, el 21 de octubre de 2023.
“El objetivo principal es que las marcas emergentes o establecidas en Puerto Rico y Colombia puedan ampliar la presencia en el mercado; lleguen a nuevos clientes; promocionen sus productos y creen, en los asistentes y compradores del evento, una conciencia de su marca. A su vez, es una oportunidad para que los clientes interactúen con nuevas propuestas de moda y estilo”, dijo a mayaguezsabeamango.com María Fernanda Moya presidenta del Colombian Fashion Bazar in Puerto Rico que produce la puesta en escena del formato de tienda efímera en Mayagüez.
Se trata de una firma “híbrida” creada por la colombiana Moya y las empresarias puertorriqueñas Lisher Cintrón y Viviana Londoño.
“Somos mujeres emprendedoras, que entienden que la industria de la moda vive ciclos cortos y permanente reinvención para atraer a los consumidores. Mujeres que creen firmemente en que esta industria, que trasciende fronteras, es una puerta de oportunidades para nuevos negocios, unir culturas y fomentar el desarrollo económico de un país”, puntualiza Moya, quien confirma que el trío lleva más de diez años haciendo negocios en Puerto Rico.
Actualmente, el grupo importa de Colombia accesorios y ropa de mujer. “Trabajamos con artesanos de asentamientos indígenas, diseñadores y marcas registradas en Colombia”, acotó.
Según dice, “este evento de moda bazar se centra en la moda sostenible y ética”. Lo que a su juicio “puede fomentar prácticas de consumo más responsables y promover la conciencia ambiental en la comunidad”.
La empresaria contesta con un “no” rotundo cuando se le pregunta si recibe algún incentivo del gobierno central, a través de la ley 22, ahora parte del estatuto 60 de 2019 o del gobierno municipal.
“No, pero si contamos con el apoyo del municipio de Mayagüez en la organización de este evento y de la Cámara de Comercio de Puerto Rico”, declaró.
Mayagüez: plataforma para impulsar la moda emergente en Puerto Rico
Las productoras decidieron hacer negocios en Mayagüez, entre otras cosas, por razones geográficas y culturales.
“El área oeste ha estado experimentando un crecimiento en su escena de moda en los últimos años, con diseñadores locales emergentes que están ganando reconocimiento en la industria. Organizar un evento de moda en Mayagüez podría ayudar a promover y apoyar a estos talentosos diseñadores locales”, afirma. Por su ubicación geográfica Mayagüez, afirma, “es sin duda el eje del oeste de Puerto Rico”.
La colombiana reconoce que la ciudad ha sido escenario de grandes eventos de moda y además “cuenta con una gran variedad de boutiques, artesanos y tiendas en línea enfocados en el negocio de la moda y esto hace de gran interés la participación de los ciudadanos”.
Moya acentúa la “diversidad cultural” de Mayagüez como un acierto. “Significa que hay una variedad de influencias y estilos de moda que pueden ser destacados en este evento”. Sostiene que Mayagüez puede ser “una plataforma para impulsar la escena de moda emergente en Puerto Rico”.
Pop-up Bazar, vehículo de promoción turística, gastronómica, comercial
Moya y sus socias han hecho una lista de los beneficios de su propuesta y su impacto en las arcas municipales, convencidas de que la industria de la moda es “un puente para promover destinos” y “un estímulo económico para el municipio de Mayagüez”.
“Este evento atraerá a visitantes locales y turistas, lo que puede aumentar las ventas y los ingresos para los comerciantes y las empresas locales. Esto incluye, no solo a las tiendas de moda, sino también a restaurantes, hoteles, transporte y otros servicios relacionados”, insiste la empresaria.
Otro beneficio, puntualiza, es que “los diseñadores de moda locales, artesanos y pequeñas empresas tienen la oportunidad de exhibir y vender sus productos en el evento”. Lo que, a su juicio, “les proporciona visibilidad y la posibilidad de expandir sus negocios”.
Moya reitera que los eventos de moda como el suyo son un estímulo al turismo y al sector hotelero porque atrae visitantes de fuera del municipio. “Los visitantes pueden optar por quedarse más tiempo y explorar otras atracciones turísticas en la zona”.
Conscientes de la responsabilidad social de toda empresa, su propuesta “a menudo involucran a la comunidad local, desde voluntarios, hasta modelos y artistas locales. Esto puede fortalecer los lazos comunitarios y el sentido de pertenencia”.
Si bien es cierto que la industria de la moda y el diseño colombiano se ha cotizado al alza en los últimos años, el junte supone una nueva idiosincrasia de hacer negocios. “Definitivamente es una oportunidad de brindarle a los comercios participantes locales exponerse a nuevas oportunidades que permitirán expandir sus comercios. Con la inserción de las redes sociales y la venta en línea crea un reto mayor a los propietarios a globalizarse e importar y exportar para ser más competitivos en esta industria. Y hacia eso queremos impulsar todas las iniciativas que como empresa estaremos realizando”, acotó.
¿Qué pasa después del 21 de octubre?
Moya adelantó que la empresa continuará produciendo eventos relacionados a la industria de la moda “con el fin de crear mayores oportunidades de negocios, crear nuevas alianzas y colaboraciones comerciales entre Puerto Rico y Colombia”.
En la Pop-Up Shop del 21 de octubre en el bulevar Eudaldo Báez García, que abre a las 12 m.d. y cierra a las 10:00 p.m., la mayoría de los exhibidores serán de Mayagüez, municipios adyacentes y otros comercios locales.
Cervecera de Puerto Rico, Empresas Santana, Sonnell Transit, JF Safe y LLC Fritos son algunas de las firmas puertorriqueñas que auspician el evento de moda y estilo. “Contaremos con la participación de diseñadores emergentes locales y de Colombia”.
Entre agujas y lucha obrera desde principios del siglo XX
Que conste, que esta no es la primera vez que les consumidores y empresaries de moda y estilo de Mayagüez experimentan con tiendas efímeras. La pionera es la Incubadora de Empresas e Industrias Creativas que fundó Silvia Aguiló, quien ha echado mano de ese recurso en varias ocasiones y quien asegura que la alta costura en Puerto Rico “está a la par con los grandes países del mundo que destacan en esa materia y tiene el potencial para convertirse en una industria de gran desarrollo económico para la Isla”. Así de rotunda se expresaba Silvia en un artículo de Lester Jiménez titulado Fértil Puerto Rico para la industria de la alta costura, publicado en esta revista digital en el marco de la exposición de moda Royal Black, en la Casa Museo Pilar Defilló de Mayagüez.
Lo que falta en nuestro país, según Aguiló, son “estímulos, como legislación adecuada” e insta a los gremios de diseñadores “empezar a cabildear con la legislatura medidas que puedan facilitar el desarrollo de la industria de la moda”.
Empezó la huelga, Dios mío que barbaridad…
Por cierto, en las primeras décadas del siglo XX Mayagüez fue fundamental en el desarrollo de la industria de la aguja en Puerto Rico, uno de los pilares de la economía del país. En esos años “llegaron a contarse sobre 44,000 costureras en todo el país”, asevera Joseph Da’Ponte, presidente del Puertorrican Fashion History Council.
El 30 de agosto de 1933 las trabajadoras de la aguja en la Sultana del Oeste se fueron a la huelga exigiendo mejores salarios. La misma se convirtió en un violento motín cuando chocaron huelguistas, rompehuelgas y policías. Dos mujeres murieron, una de ellas, una niña de tres años. Hubo 70 heridos.
La plena Aló quien ñama, del coplero mayagüezano Ramón Mon Rivera Alers es una canción de protesta, la primera que se graba en Puerto Rico, que denuncia los reclamos de les obreres de los talleres de costura que en la década del 1930, cuando se organizaron algunas uniones de trabajadores de la aguja, participaban en las luchas obreras, incluso empleades del taller de costura de la primera mujer legisladora de América, la mayagüezana María Luisa Arcelay donde, en 1920, se producían trajes para niñas cocidos a máquina y bordados a mano que estaban muy bien cotizados en y fuera de la isla.
Aunque ya quedan pocos espacios disponibles para el Pop-Up Bazar de Mayagüez del 21 de octubre, les interesades deben comunicarse vía correo electrónico a: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo..