Una bandera grande para Hostos

Una bandera de Puerto Rico de unos doce pies fue izada por tres de los miembros de la organización Guardianes de la Bandera de Puerto Rico minutos antes de que las autoridades municipales colocaran una ofrenda floral a los pies del monumento al prócer mayagüezano Eugenio María de Hostos en conmemoración del 185 aniversario de su natalicio, el 11 de enero de 1839, en el barrio Río Cañas Arriba de Mayagüez.

El trabajador comunitario del barrio Salud, Orlando Serrano y los guardianes René Iglesias y Ángel Castillo llegaron a las seis y media de la mañana para colocar la bandera frente a un letrero de bienvenida en los jardines del monumento y para pedirle públicamente al alcalde interino “que defienda”, frente a las autoridades estatales, la permanencia del monumento y la bandera de Puerto Rico en el lugar que actualmente ocupa, frente a la entrada principal del Recinto Universitario de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico.

Serrano se refiere a un proyecto de construcción y reconfiguración del espacio público en el que se colocó, en el 2015, el monumento realizado por el escultor puertorriqueño Tomás Batista. Esta sería la segunda mudanza del monumento que en el año 1975 se colocó, de manera provisional, en un predio de terreno a la entrada de Mayagüez en la carretera número dos, donde permaneció durante 40 años.

Y si mudamos a Colón para el litoral y a Hostos a Plaza Colón

Los guardianes de la bandera hicieron una propuesta muy contundente a las autoridades, estatales y municipales. “En todo caso que haya que remover la estatua de Hostos propongo que pongamos (la estatua) de Crisóbal Colón en Colombus Landing (en el litoral mayagüezano) y pongamos a Hostos en la Plaza Colón”, sugirió Serrano.

Hostos, dijo, “merece tener una bandera grande como la que está en Guajataca de Quebradillas”. Admitió que el izar “simbólicamente” la monoestrellada tenía el propósito de llamar la atención de quienes toman las decisiones.

“Para ver de qué manera se sensibiliza a los que tienen el poder en Mayagüez y los que tienen influencias en Mayagüez para que se ponga aquí un asta con una bandera gigantesca para que todo el mundo la vea en esta entrada del Colegio también”, subrayó Serrano.

El monumento a Hostos se queda dónde está

Al reclamo de Serrano respondió enseguida el alcalde interino, Jorge Ramon Ruiz, quien aseguró que la permanencia del monumento en el lugar que hoy ocupa fue “uno de los requisitos principales que se le estableció a la Autoridad de Carreteras”, responsable del proyecto.

“Está considerado en el proyecto y se colocaría frente a un redondel donde tendrá una proyección mayor de la que tiene en este momento”, insistió el también ingeniero civil.

Los puertorriqueños le hemos fallado a Hostos

El 11 de enero cuando se conmemoraba el 185 aniversario del natalicio del Ciudadano de América, la administración municipal reiteró su compromiso de promover, exaltar y preservar la memoria del insigne patriota mayagüezano frente a las autoridades universitarias, académicos intelectuales y organizaciones cívicas y hostosianas del país que se reunieron para honrar la memoria y la obra pedagógica, moral y política del ilustre antillanista mayagüezano.

Ramos Ruiz admitió que el país “le ha fallado” al educador. El ingeniero lamentó que la figura de Hostos no se haya destacado como merece un hombre de su estatura moral.

“Yo creo que eso es una asignación que debemos imponernos nosotros para seguir llevando el mensaje”, subrayó quien ha tenido la experiencia de viajar a otros lugares en representación de Mayagüez donde siempre hay alguien que le dice: “de donde nació Hostos”.

Según dice le sorprende lo mucho que se habla de Hostos en países como la República Dominicana y España. “Yo lo he vivido. Yo creo que hemos fallado nosotros en llevar ese mensaje y tenemos que buscar figuras que nos ayuden en ese proceso en las escuelas”, recalcó.

“Yo los invito a que hagan el ejercicio con nuestra gente y pregunten quién fue Eugenio María de Hostos y no necesariamente todo el mundo lo sabe; así que nos corresponde a los que estamos aquí seguir llevando el mensaje, seguir poniendo esa semilla en las personas para que busquen lo que hizo Eugenio María de Hostos por toda Latinoamérica.

Mega centro Head Start llevará el nombre de Eugenio María de Hostos

Por el momento, la administración municipal ha decidido que la antigua escuela superior Eugenio María de Hostos, que estuvo abandonada y ahora se reconstruye para albergar allí un “mega centro” Early Head Start y Head Start se llamará Eugenio María de Hostos.

“Qué mejor que en los niños de temprana edad se comience a fomentar la figura de Hostos. Que todos los días cuando entren a esa estructura vean la imagen de Eugenio María de Hostos para que comiencen a aprender desde muy temprano quién es Eugenio María de Hostos”, puntualizó el alcalde interino.

En Mayagüez, el Programa Head Start ofrece servicios continuos e integrales de desarrollo infantil a las familias más necesitadas desde hace 59 años. Aquí comenzó el primero de junio de 1965.

Reabre el museo Hostos a la comunidad

Otra asignatura pendiente es reabrir el Museo de Hostos a la comunidad “los verdaderos custodios de estas instalaciones” que cerraron tras los estragos del huracán María en septiembre de 2017.

“Sin ellos, nosotros no podemos recibir el insumo de lo que necesita la comunidad, ellos son los que conocen lo que está ocurriendo aquí’’, reiteró.

“Estas facilidades son de ustedes. Aquí, yo quisiera que ellos tengan una llave para cuando la comunidad tenga que reunirse, hacer diferentes actividades puedan tener la libertad de poder hacerlas porque estas facilidades le pertenecen a la comunidad”, recalcó desde el teatro del Museo.

Eugenio María de Hostos… presente

El de este año fue un encuentro muy discreto al que se presentaron los representantes de algunas organizaciones cívicas y políticas afines a la filosofía hostosiana, entre otras, la profesora Nancy Vicente, rectora interina del Recinto Universitario de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico, El Colegio, Israel Terrero Vólquez, cónsul de la República Dominicana en Mayagüez, la doctora Carmen Amaralis Vega Olivencia presidenta de la Asociación Damas del CAAM Hostosianas de Mayagüez, Gretchen Santana, presidenta de la Casa Dominicana del Oeste, David Rivera portavoz del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH) y Orlando Serrano, trabajador comunitario del barrio Salud.

La presidenta de la legislatura municipal Pura Vincenty llegó acatarrada y afónica al encuentro el 11 de enero, una cita ineludible. En una breve alocución destacó su compromiso de “continuar estudiando las dimensiones a la vida y la obra de Eugenio María de Hostos y poder integrar elementos de su pensamiento en nuestra agenda de vida, en la de nuestros hijos y en la de nuestra comunidad. Ideales hostosianos de ética y moral que tanto necesita la sociedad puertorriqueña en este siglo 21”.

Hostos, La biografía

Al encuentro en el Museo del patriota en el barrio Río Cañas Arriba estaba invitado el poeta, escritor y profesor universitario Marcos Reyes Dávila quien hizo una disertación sobre el Maestro tras la publicación de un libro suyo sobre Hostos que presentó hace poco menos de un año: Los días de su madrugada. Hostos, La Biografía.

Sin embargo, de su obra hizo referencias mínimas. El poeta quiso hablar de su experiencia personal con Hostos tras décadas de estudio de la figura más trascendental de la historia de nuestro país.

“Tanto se ha escrito sobre Hostos, que hasta me han preguntado para qué publicar una biografía más”, decía el conferencista al inicio de su presentación.

Reyes Dávila admitía que le sorprendía la pregunta porque, a juicio suyo, “solo dos biografías importantes vieron la luz alrededor del centenario de su natalicio: la de Antonio S. Pedreira y la de Juan Bosch. Poco después, pero hace alrededor de 70 años, Carlos Carreras publicó una nueva. Es cierto que algunas otras obras biográficas --y entre ellas alguna importante-- se han publicado, pero no tuvieron la aspiración de acotar o pasar revista de todo, todo el hombre y su obra”.

Sostuvo que “al leer, estudiar y escribir” sus propios trabajos sobre Hostos, “echaba de menos contar con el apoyo de una biografía que, al menos, se hubiese escrito desde la perspectiva nuestra, es decir, contando con todo lo nuevo escrito o estudiado durante los últimos 70 años. Es decir, durante toda mi vida. (¡ya delaté mi edad!) ¿O es que vamos a pensar que todo lo que se ha aportado en libros, simposios y congresos, en tantos países, no ha aportado nada a la comprensión de su vida?”, cuestionaba el autor.

El también profesor admitió que para escribir la Biografía de Hostos “violé con premeditación y alevosía, como dice mi hermano abogado, algunas de las reglas acostumbradas, que son protocolarias del quehacer biográfico. Me refiero, principalmente, a la distancia que apadrina una pretendida y aspirada objetividad, entre el biógrafo y el biografiado, distancia que, sin embargo, en algún grado, menor o mayor, siempre se desvirtúa”.

También confiesa que no quiso hacer una biografía crítica, repleta de referencias y notas al calce que interrumpieran “lo que quería que fuera casi un cuento”.

“Esta vez solo deseaba disfrutar, narrando, la historia de su vida para ofrecerla a un público amplio, y no para un grupo de académicos. Por eso quise evitar numerosas notas al calce y las referencias bibliográficas que muchas veces son como vallas que obstaculizan y distraen la lectura”, acotó.

Reyes Dávila deseaba que, en todo lo posible, “fuera el mismo Hostos quien contara su vida”. “Deseaba seguirlo, como a escondidas, para anotar su vida pública, declarada, y también espiar, hasta por las ventanas, sus intimidades. Por eso resultó ser una biografía escrita a dos manos, a dúo, a dos voces, más que una biografía crítica. Una biografía que quiere oírlo… y hacerlo oír al lector… sin cuestionar su testimonio. Una biografía que deseaba hacer el retrato completo, para que el lector alcanzara a percibir a Hostos de manera cercana, y como en tres dimensiones. Como un …holograma… que se presentase vivo ante nosotros”, insistía el poeta.

Juramentan las Damas Hostosianas del CAAM

La convocatoria hostosiana resultó propicia para una pequeña ceremonia de instalación de unas catorce mujeres profesionales, egresadas del Colegio de Mayagüez y miembras de la Asociación de Damas del CAAM Hostosianas de Mayagüez quienes juraron lealtad a los postulados filosóficos, morales, científicos y académicos del Maestro y se comprometieron a ser instrumentos de difusión de su obra, minutos antes de la disertación del doctor Reyes Dávila.

Por cierto, ¿quiénes son los Guardianes de la Bandera?

Según el dirigente comunitario y gestor cultural Orlando Serrano los Guardianes de la Bandera, que agrupa a personas de Añasco, Aguadilla, Isabela, Quebradillas y Mayagüez, se creó en el año 1991 para la conmemoración del centenario del natalicio de don Pedro Albizu Campos.

Recordó que fue el ingeniero Armengol Iglesias quien propuso la idea de los guardianes de la bandera, para proteger la gigantesca bandera que desde entonces ondea en la plazoleta de Guajataca en Quebradillas. Su misión es “cuidarla y evitar que se la roben o la mutilen”.

“Nosotros respetamos las banderas de todos los países del mundo y queremos que se respete la bandera nuestra porque esa es la que nos identifica como puertorriqueños”, sostuvo Serrano.