Anuncian en Mayagüez el Proyecto del Genoma de la Cotorra Puertorriqueña
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- por Rebecca Carrero Figueroa
Con el propósito de preservar la diversidad genética para diseñar cruces entre las distintas especies de cotorras y sobre todo, de la variedad endémica de Puerto Rico, los doctores Juan C. Martínez Cruzado y Taras Oleksyk, del Departamento de Biología (BIOL) del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), anunciaron el Proyecto del Genoma de la Cotorra Puertorriqueña (PGCP).
En la investigación también participan el Departamento de Ingeniería de Computadoras del RUM, el Instituto Nacional de Cáncer en Washington, D.C., el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, y el Zoológico de Puerto Rico.
“Entre las especies que están en peligro de extinción, una de las que tiene más alta prioridad en todo los Estados Unidos y sus territorios es la cotorra puertorriqueña, que es de paso, la única cotorra endémica que existe actualmente en la nación norteamericana”, comentó el doctor Martínez Cruzado.
Ambos catedráticos comparten laboratorio y este proyecto surge de una inquietud del doctor Oleksyk, especialista en el área de genómica comparativa.
Precisamente, el doctor Oleksyk, destacó la relevancia del PGCP al compararlo con el genoma humano realizado hace una década.
“Con los hallazgos posteriores al genoma humano, hoy se facilita el observar la secuencia de células normales en el genoma humano y compararlas con células cancerosas. En términos de las cotorras, nos enfocamos en las 13 que sobrevivieron y que presentan genes que perdieron variación, aunque esto no ocurre entre todas las cotorras”, manifestó.
Según el científico, conocer las variaciones en la especie les permitirá protegerla contra virus, gracias a que cuentan con la información genética para preservar las aves.
Por esto, para el grupo de expertos es importante entender los mecanismos de adaptación, organización social, evolución, y biología de nuestra cotorra, entre otros factores.
“Esta será la primera secuencia desde la que podremos comparar todos los demás tipos y, ya que no existe ninguna otra secuencia de cotorras, si logramos establecer una secuencia del genoma de la cotorra puertorriqueña que sirva como referencia, hará de la nuestra, la cotorra más importante en el mundo”, añadió.
De esta manera, los genomas posteriores tendrán que compararse con el de la cotorra puertorriqueña. De acuerdo con el doctor Oleksyk, si eso ocurre, entonces el genoma en Puerto Rico será el de mayor trascendencia. Esta es la rama interesada en compilar los distintos polimorfismos o variantes genéticas que pueden presentar distintas especies, especialmente aquellas en peligro de extinción.
“Para conocer el genoma de una cotorra se emplea una tecnología muy reciente en la que se determinan secuencias muy cortas sin necesidad de clonar algo del genoma, sino que con una extracción del ADN y unas pocas reacciones, es posible secuenciar fragmentos pequeños. Entonces, la información obtenida requiere unos programas de computadoras y unas bases de datos muy amplias para ensamblar a base de eso el genoma completo”, explicó, por su parte, el doctor Martínez Cruzado.
Por tratarse de un proyecto colaborativo, las máquinas que se emplearán están localizadas en el Instituto Nacional de Cáncer en Washington, D.C., de donde proviene el doctor Oleksyk. Asimismo, la sangre de la cotorra se consigue a través del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, proceso en el que participan estudiantes del RUM, como Brian Ramos y también, personal del Zoológico.
“Lo que debe enorgullecernos es que será la primera cotorra en todo el mundo en tener el genoma secuenciado y eso es importante, porque, por ejemplo, en el caso de los humanos, cuando estudio el ADN mitocondrial, cualquier polimorfismo que encuentre, tengo que publicarlo haciendo referencia, a la primera secuencia humana que se logró en 1981, en Inglaterra. Esa es la que se conoce como la Cambridge Reference Sequence. Entonces, en esas secuencias aparecen referencias a ella en todas las publicaciones científicas relacionadas con ADN mitocondrial humano. Así que se repite el nombre de Cambridge. Entonces, en el caso de Puerto Rico, sería Puerto Rican Parrot. Cualquiera que esté hablando o trabajando con DNA de cotorra, de cualquier cotorra en el mundo se referirá a la cotorra puertorriqueña”, dijo.
El proyecto podría extenderse durante más de un año entre la secuenciación y el ensamblaje del genoma. “El estudio no se va a limitar a nuestra cotorra, existen alrededor de 32 especies en el género amazona, al que pertenece nuestra cotorra”, agregó. Según informó Martínez Cruzado, no cuentan con ningún tipo de subvención económica, por lo que trabajan para recaudar los fondos necesarios rápidamente.
“Creemos que es importante que el pueblo de Puerto Rico, que es responsable por encima de cualquier otro ciudadano del mundo del rescate de la cotorra puertorriqueña, responda a este llamado”, indicó el geneticista.
Entre las actividades, cuentan con la donación de las pinturas de la artista francesa Audrey Guiblet, cuya obra se expuso en el Departamento de BIOL del RUM. Según se informó, Guiblet donó el 15 por ciento de lo recaudado por las ventas de las pinturas, mientras que el total de las ventas de los carteles y la serigrafía, pasa directamente al PGCP.
Acerca de cómo surgieron las pinturas, Guiblet describió que acudió al Zoológico para tomar algunas fotos y luego hacer algunas pinturas en su casa. La artista supo del Proyecto, gracias a su hermano, quien es estudiante graduado en el Departamento de BIOL.
“La exposición está compuesta de doce obras y es la primera vez que pinto cotorras. Estoy muy feliz de participar, pues pienso que es importante para salvar las cotorras y para el Proyecto”, explicó la artista.
Donativos al Proyecto del Genoma de la Cotorra Puertorriqueña son bienvenidos. Los interesados en colaborar, pueden dirigir un cheque o giro postal a nombre de la Universidad de Puerto Rico, indicando que es para el PGCP y enviarlo a:
Fotos por Carlos Díaz / Prensa RUM