Betances en el Grito de Lares *
- Detalles
- por Francisco Moscoso **
El 7 de junio de 1867 un grupo de artilleros de la guardia de San Juan intentaron amotinarse contra las autoridades españolas. Las dos razones básicas fueron documentadas por el historiador Jaime Morales en Los leales rebeldes: repercusiones del motín de los artilleros de San Juan de 1867 (Tesis de maestría, Departamento de Historia, UPR-Río Piedras, 2008). Por un lado, los soldados estaban descontentos por el atraso en el pago de sus salarios luego de su movilización a pelear contra los dominicanos en la Guerra de la Restauración de la independencia de 1863-1865. Para mantenerse en el poder el dictador Pedro Santana agenció la anexión de la República Dominicana a España, en 1861. Esto provocó una resistencia inmediata, seguida por la guerra libertadora exitosa encabezada por patriotas liberales, entre los que se destacó el general Gregorio Luperón. Por otro lado, Morales puso al descubierto afiliaciones o simpatías políticas de algunos soldados partidarios del derrocamiento del gobierno monárquico y de la dinastía Borbón, entonces bajo la reina Isabel II (hija del déspota Fernando VII).
Liberales prominentes puertorriqueños (reformistas e independentistas) no tuvieron nada que ver con el motín fallido. Sin embargo, el general y gobernador José María Marchesi lo aprovechó como pretexto para decretar a finales de junio de 1867 órdenes de destierro, con instrucciones de presentarse ante las autoridades en Madrid en plazo de dos meses, contra una docena de liberales acusándolos falsamente de estar involucrados. Uno de los perseguidos fue el doctor Ramón Emeterio Betances.
Decididos a no acatar la orden del gobernador de destierro metropolitano, y a dedicarse de lleno a la organización del movimiento revolucionario independentista que culminó en el Grito de Lares, Betances y el abogado Segundo Ruiz Belvis escaparon a la República Dominicana a donde llegaron el 9 de julio de 1867. Ese fue el inicio del exilio revolucionario de Betances y Ruiz Belvis, quienes no habrían de estar en el País el día del grito de la libertad. Cuando apenas daba los primeros pasos de una gira de solidaridad latinoamericana comenzando en Chile, allí murió Ruiz Belvis debido a una enfermedad renal el 4 de noviembre de 1867. Por su parte, el 23 de septiembre de 1868 – el día del grito de independencia en Lares – Betances se encontraba preso y el barco El Telégrafo que preparaba para la expedición libertadora había sido embargado por las autoridades danesas en su colonia de Saint Thomas. No obstante, Ruiz Belvis y Betances ejercieron juntos un rol dirigente en los primeros pasos organizativos, complementando sus gestiones en el exterior con las actividades de los revolucionarios en Puerto Rico.
Proclama del Comité Revolucionario
Desde la República Dominicana Ruiz Belvis y Betances se trasladaron a la ciudad de Nueva York, donde funcionaba desde 1865 la Sociedad Republicana de Cuba y Puerto Rico, que abogaba por la independencia de las últimas colonias españolas en América. Se encontraron con su compatriota, el médico José Francisco Basora quien hacía unos años vivía allí exiliado. Betances, Ruiz Belvis y Basora constituyeron el Comité Revolucionario directivo preliminar. Para contrarrestar el estigma negativo de “conspiradores” con que el gobierno español los identificaba, los tres patriotas respondieron con la publicación del primer Manifiesto a los Habitantes de Puerto Rico (1° de septiembre de 1867), prendiendo la mecha de la revolución.
Se trata de una exposición (de 6 páginas) satirizando el sello ideológico de “conspiración”, detallando los motivos por los cuales a todos los puertorriqueños les sobraban razones para “conspirar” por el derrocamiento de la dominación colonial de España y establecer un Puerto Rico libre y solidario antillano. Dicha proclama se encabezó con el lema de la revolución: Patria, Justicia, Libertad. El texto fue publicado por José Pérez Moris en Historia de la insurrección de Lares (1872; Editorial Edil, 1975); ésta es una exhortación a su lectura y análisis.
Tras la muerte muy a destiempo de Ruiz Belvis, quien según Betances figuraba como el Presidente de los revolucionarios, cupo al médico oriundo de Cabo Rojo ejercer como máximo dirigente. Aunque no pudo volver a Puerto Rico por pesar contra él una orden de arresto, Ramón Emeterio Betances cumplió a cabalidad con su misión de líder revolucionario.
Los Diez Mandamientos
Estando en Saint Thomas, en noviembre de 1867 Betances redactó e hizo circular en Puerto Rico la proclama de los Diez Mandamientos de los Hombres Iibres. Estos son: 1. Abolición de la esclavitud; 2. Derecho de votar todos los impuestos; 3. Libertad de cultos; 4. Libertad de palabra; 5. Libertad de imprenta; 6. Libertad de comercio; 7. Derecho de reunión; 8. Derecho de poseer armas; 9. Inviolabilidad del ciudadano; 10. Derecho de elegir nuestras autoridades.
Así, en forma de puntos principales (“bullet points”, se diría en la jerga cibernética), Betances resumió principios y objetivos programáticos de la revolución puertorriqueña.
Honra a los mártires
Tras enterarse de la muerte de Ruiz Belvis, se circuló una proclama titulada Puertorriqueños, con fecha del 22 de diciembre de 1867 de la que se hicieron responsables El Comité del Oeste (pueblo de Mayagüez) y el Comité Revolucionario (Betances, especialmente). La proclama es una muestra de importancia patriótica de honrar a los mártires de la lucha por la libertad de Puerto Rico. En la misma se destaca a Segundo Ruiz Belvis como primer mártir y héroe nacional de la revolución de 1868, por su compromiso pleno con la causa.
Aunque la pérdida de Ruiz Belvis fue muy sentida, en la proclama se observa que la lucha no depende de unos individuos en particular, y que fuera y dentro de Puerto Rico, “unidos a él en el pensamiento y con no menos interés y abnegación, están igualmente consagrados a la misma noble causa, se hacen oír de algunas repúblicas que a su oportunidad nos prestarán apoyo. ¡Puertorriqueños! los hombres pasan, pero los principios quedan y triunfan” (texto en Bonafoux, Betances, 1970).
Organización revolucionaria
Junto a otros puertorriqueños en el exilio y dominicanos solidarios, en enero de 1868 se reconstituyó el Comité Revolucionario dirigente, integrado por Betances, Carlos Elías Lacroix, Mariano Ruiz Quiñones (hermano de Segundo Ruiz) y R. Mella; y Basora (en NY). Dicho comité redactó la Constitución Provisora del Gobierno de la Revolución Puertorriqueña, con el objetivo de conquistar la independencia nacional, “bajo la forma democrática republicana”. Es decir, un Puerto Rico independiente, con un sistema de gobierno presidencial, constituido por elecciones en la contienda de partidos políticos, teniendo por base los derechos civiles e individuales del liberalismo político en el siglo 19.
Se sabe que este documento circuló en Puerto Rico entre las Juntas Revolucionarias organizadas secretamente en los pueblos a lo largo del 1868. Betances mantuvo correspondencia, en la medida de lo posible y con muchas dificultades de comunicación, con el liderato de algunas juntas, como la de Mayagüez, Ponce (a donde se trasladó luego Lacroix) y Lares (particularmente con Manuel Rojas).
Los revolucionarios en distintos pueblos estaban a la expectativa de la llegada de la expedición libertadora, transportando combatientes, armas y municiones, encabezada por Betances.
Grito de Lares
El evento histórico del Grito de Lares ha sido documentado y discutido en varios libros y existe una bibliografía abundante. Aparte de la obra citada de Pérez Moris, a manera de introducción pueden consultarse de Olga Jiménez de Wagenheim, El grito de Lares. Sus hombres y sus causas (1985); Comité de Estudios, Congreso Nacional Hostosiano, Siete voces hacia el Grito de Lares (2000); y F. Moscoso, La Revolución Puertorriqueña de 1868: el Grito de Lares (2003).
En esta ocasión, conmemorando el natalicio de Betances (8 de abril de 1827), vamos a añadir algunas instancias menos conocidas o inéditas de maneras en que Betances se hizo presente en el Grito de Lares el día del acontecimiento. Como en otras investigaciones, la información se toma del Expediente sobre la insurrección de Lares, 1868-1869 (original en el Archivo General de Puerto Rico, y set de seis micropelículas preparadas por el National Archives de Washington, D.C.). Betances figura con prominencia en varios testimonios de los interrogatorios a que fueron sometidos los centenares de presos políticos en los cuatro meses siguientes al levantamiento armado.
Por ejemplo, en la inquisitiva de Manuel de Jesús González, del 22 de octubre de 1868, éste indicó que formó parte del grupo rebelde dirigido por Francisco “Paco” Arroyo. Cuando se encaminaban a reunirse con otros grupos en la hacienda de Manuel Rojas en Lares, el 23 de septiembre, De Jesús dijo que “dirigían vivas al doctor Betances, a la independencia y a Puerto Rico libre, con muera España”.
Don Bernabé Pol fue designado secretario del Gobierno Provisional de la República proclamada en Lares. Preso y sometido a interrogatorio, el 5 de enero de 1869, las autoridades españolas trataron de incriminarlo a los efectos de si él sabía “que Betances fuera el alma del movimiento”. Mas, un cuidadoso Pol expresó que no lo sabía, “a ciencia cierta, aunque lo oyó decir en la misma población de Lares”.
Francisco Ramírez Medina, nombrado Presidente provisional de la República de Puerto Rico, también fue hecho prisionero. Él intentó no admitir su evidente participación directa y evitó brindar información sobre algunos de los revolucionarios. Pero presionado y preguntado sobre si él y los designados continuarían fungiendo a la cabeza del gobierno independiente proclamado en Lares, “Dijo: Que solamente puede decir que el Gobierno Provisorio de Lares tan sólo funcionaba en la jurisdicción de dicho pueblo, é ignorando quién había de ser electo Presidente del Gobierno que naturalmente habría de establecerse, si bien debe hacer presente que sonó el nombre de Betances, el Doctor, como iniciador del movimiento”.
Evidentemente, el gobierno colonial español tenía el propósito de reunir la mayor información posible contra Betances para que, si pudieran capturarlo, responsabilizarlo y achacar lo que era la lucha por la libertad de toda una nación a uno o varios individuos principalmente.
Ésta es apenas una breve muestra de los datos que se registran en la documentación primaria disponible sobre este aspecto de la revolución del 1868 y del protagonismo de Ramón Emeterio Betances.
* Publicado en el semanario Claridad el lunes, 2 de abril de 2012.
** El autor es Historiador, Catedrático, Departamento de Historia de la UPR, Río Piedras.