Las aguas puras de Mayagüez son milagrosas
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- por Elliot Castro Tirado
Durante este año, Mayagüez ha sido una especie de cura instantánea para deportes con problemas. Es como si las Aguas Puras, a las que se hace referencia en el cognomento que tiene la ciudad, tuviera poderes mágicos. De otra manera resulta muy difícil encontrarle una explicación lógica a los campeonatos obtenidos este año por los Indios, tanto en el béisbol profesional, como en el baloncesto.
Al béisbol profesional le salvó una de sus temporadas más desastrosas, brindándole un final de película, en el que vencieron a Caguas, que era favorito y lucía superior… sobre el papel.
Ese final dramático, ayudó a echar al olvido, aunque fuera por un rato, las decisiones horribles tomadas por los dueños de equipos, que son los que tienen el sartén cogido por el mango en esa Liga. La actuación en el terreno de los Indios y el apoyo masivo que le brindó su fanaticada, sacaron la cara por un equipo que amenazaba con quedarse acéfalo ante la decisión de sus directivos de entregarlo.
En el BSN pasó algo similar, pues su actuación ha sido una especie de bálsamo que de forma instantánea cicatrizó heridas, resolvió problemas y los que no, los hizo olvidar, aunque sea por ahora.
No hay que rebuscar mucho para encontrar elementos que se repiten en ambos casos. En la parte operacional, merece un reconocimiento especial el sólido apoyo que le ha brindado a sus equipos la administración municipal. En momento de serias dificultades económicas a todos los niveles en el país, “Guillito” ha demostrado en la práctica que comprende muy bien la importancia que tiene el deporte en la salud emocional de los pueblos y en el desarrollo de su gente, especialmente los más jóvenes. Por eso, no le ha temblado el pulso para firmar los cheques para apoyar iniciativas deportivas, que han convertido a Mayagüez en la Capital del Deporte, no solo en Puerto Rico, sino en toda la región de Centroamérica y el Caribe.
Es que en los últimos años Mayagüez ha sido sede de importantísimos eventos deportivos internacionales, como los Juegos Centroamericanos 2010, el Centrobasket Femenino 2010, la Serie del Caribe de Béisbol 2011 y el Zonal de Atletismo 2011. Pero no ha olvidado los proyectos nacionales, como las Justas de la LAI y muchísimos otros certámenes de menor proyección.
Aparte de eso, ha brindado apoyo a todos los equipos que representan a la ciudad en todos los torneos nacionales de ambos sexos y eso incluye otros, aparte del béisbol profesional y el BSN, independientemente del éxito que hayan obtenido.
El otro gran elemento que se repite en los logros de los Indios en el béisbol y el BSN ha sido el apoyo masivo de la fanaticada. La gente de Mayagüez es regionalista y deportista, posiblemente en ese orden. En mis años de estudiante en el CAAM viví y me gocé en carne propia lo que es una comunidad rabiosamente orgullosa de sus raíces y tradiciones, y de todo lo que los representa. Yo, que soy nacido y criado citadino por completo y que hasta el momento de ingresar al Colegio, solo conocía Santurce y la urbanización Roosevelt en Hato Rey, al principio no comprendía aquella rebeldía mayagüezana contra los de “la loza”.
Luego lo asimilé y llegué a admirarla y hasta envidiarla. Hoy pienso que si todos los puertorriqueños quisiéramos a Puerto Rico y estuviéramos tan orgullosos de nuestra Isla como están los mayagüezanos de Mayagüez, este sería un mejor lugar para vivir. Lo mismo he dicho antes de Ponce.
Como sacado de un libreto
Como sacado de un libreto, los Indios tuvieron una temporada de ensueño, que los llevó al campeonato del BSN. Apenas unas semanas antes de la primera bola al aire, había dudas de su participación en el torneo por la amenaza de del alcalde de retirarle todo el apoyo, rabioso por decisiones tomadas por los mandamás del BSN, Carlos Beltrán y Fernando Olivero. Yo estoy convencido que el reversazo del alcalde fue motivado por su fino olfato político, especialmente en año electoral.
El apoyo del municipio estuvo condicionado a mantener bien bajo el costo de los boletos de entrada al Palacio de los Deportes, que es el nombre del coliseo del pueblo y que rompe con la tradición de bautizar las instalaciones con el nombre de alguna personalidad destacada de la comunidad. El costo barato de los boletos, el orgullo regionalista de la gente y un buen equipo son una combinación ganadora en cualquier liga.
La ruta tortuosa de los Indios
La suspensión de “Bimbo” Carmona, la ausencia del enebeísta Edwin Ubiles y la llegada tardía de varios de los principales canasteros nacionales, como Ricky Sánchez, Kevin Hamilton, Ramón Clemente y el primer seleccionado en el sorteo de novatos, Alexander Franklin, dejaron a los Indios aparentemente diezmados al inicio. Al contrario, esa limitación de personal y la ausencia de esos jugadores establecidos, permitió al cacique Eddie Casiano, conformar una guerrilla curtida a fuego lento en las condiciones más adversas imaginables.
Sin guilles de clase alguna, esos Indios desarrollaron y aprendieron diversas formas de ganar, siempre encabezadas por una sofocante defensa y una rotación impredecible. De forma armónica fueron integrando a los que llegaron tarde, mientras mantuvieron a dos de sus tres refuerzos todo el camino, incluyendo al más valioso, Donta Smith. El que salió herido fue Patrick O’Bryant, la mejor defensa del torneo y permaneció con sus compañeros como muestra de la compenetración alcanzada al interior de la Tribu.
En casa, los Indios fueron casi invencibles a lo largo de toda la temporada, incluyendo las series. En total, acumularon marca de 36-15, pero en Mayagüez tuvieron 23-3, distribuidas en 13-2 en la regular, 4-1 en la serie de todos contra todos, 3-0 en la semifinal frente a Bayamón y 3-0 en la final contra Arecibo.
El dinero no siempre compra campeonatos
El campeonato logrado por Mayagüez fue una especie de bálsamo para el BSN. Al menos por el momento, hizo olvidar que el torneo se jugó con solo ocho equipos y con más refuerzos extranjeros, causando desempleo entre los nuestros, y desplazó a nuestros jóvenes con esperanza de representarnos internacionalmente, especialmente los más altos.
También probó que la única ruta para lograr el título no es a base de billetazos, como lo había hecho Arecibo, que sin violentar ninguna parte del reglamento, ha acaparado prácticamente todos los mejores canasteros nacionales disponibles. No es casualidad que sobre el papel los Capitanes lucían como favoritos para repetir por tercera vez seguida. De hecho, en las últimas ocho campañas, Arecibo ha sido finalista en seis, con cuatro títulos. Del 1998 al 2003, Santurce hizo algo parecido, pues con enorme poderío económico y encabezado por “Piculín” Ortiz y Carlitos Arroyo ganó cinco de seis.
Por todo lo anterior … y muchas otras razones, al deporte en general y al baloncesto en específico, le convenía que ganara Mayagüez, especialmente por la forma en que lo hizo, que brinda esperanzas a otras comunidades. Pensando en voz alta… el voleibol está cuesta abajo, como Gardel en ambos sexos. Tal vez Mayagüez podría salvarlo.
Fuente: Claridad: Las canto como las veo