La historia de nuestras controversias energéticas
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- por José Anazagasty Rodríguez
Después de la crisis del petróleo en los setenta los asuntos energéticos se convirtieron en uno de los principales problemas de política pública alrededor del mundo. Los problemas energéticos se han manifestado de diversas formas: embargos de petróleo, escasez de algunos combustibles, y muchísimas controversias públicas relativas a las tecnologías para la transformación de energía. Puerto Rico no ha escapado esas controversias, particularmente las ligadas a las tecnologías energéticas. En el país estas incluyen polémicas referentes a tecnologías nucleares, generadoras de energía mediante el uso de carbón, molinos de viento, tecnologías para el uso de biocombustibles, y muy recientemente polémicas sobre las tecnologías para el uso y distribución de gas natural.
En Puerto Rico las luchas sociales concernientes a asuntos energéticos han sido muchas. En la actualidad predominan las controversias ligadas al gaseoducto. Pero, en los ochenta y noventa predominaban las polémicas relacionadas a las plantas carboneras, al uso del carbón para la producción de electricidad. Al menos tres proyectos se consideraron en aquellos años (Meyn, 1997). Los grupos opositores a estos proyectos, grupos muy bien motivados, organizados, e informados, evitaron su realización. De estos proyectos el mas notable y controvertible fue probablemente el de la cogeneradora propuesta para Mayagüez por Congentrix, Inc. (luego acompañada por Endesa, Inc.) en 1989. Es precisamente el caso específico de la planta carbonera Cogentrix-Endesa el tema de este comentario. Mi propósito es destacar el rol significativo del encuadre o framing de aquella tecnología por parte de los diversos actantes envueltos.
Fruto de las relaciones entre diversos actantes el desarrollo tecnológico —la historia de la tecnología— es contingente, eventual (Bijker, Hughes, & Pinch, 1987). El acogimiento o rechazo de una tecnología estriba en las relaciones entre los actantes, relaciones indudablemente de poder. Desde el punto de vista analítico, explorar esas relaciones envuelve estudiar asimismo las estrategias y tácticas, incluyendo los recursos movilizados por los actantes en sus tratos y negociaciones. Entre los recursos mas importantes están los recursos comunicativos y retóricos, primordiales en la construcción social de la tecnología. Los diversos actantes le otorgan diversos significados a una tecnología; la construyen, interpretan o representan de diversas formas. Las decisiones tecnológicas, la aceptación o rechazo, de una tecnología, son determinadas en el contexto de la argumentación por definirla y decidir su trayectoria. Puesto de otra forma, las decisiones tecnológicas son producto de conflictos, negociaciones, y compromisos entre diversos actantes sociales. Estos conflictos no son interminables. Como sugieren los sociólogos de la tecnología cierto closure, aunque nunca definitivo, es eventualmente negociado (Bijker, Hughes, & Pinch, 1987). Debemos entender el proyecto ligado a la planta carbonera Cogentrix-Endesa en el contexto de la lucha entre varios actantes para definirla y determinar su futuro.
Entre aquellos que favorecían la construcción de la cogeneradora Cogentrix-Endesa en Mayagüez se encontraban la administración del Partido Popular Democrático y varias agencias gubernamentales, entre ellas la Agencia de Protección Ambiental, Fomento Industrial y la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE). La Asociación de Manufactureros Puertorriqueños, Estudios Técnicos, Inc., las atuneras Star Kist y Bumble Bee, algunas empresas farmacéuticas como Abbot y Bristol Myers, algunos bancos (Santander) y, por supuesto, las empresas Cogentrix y Endesa también favorecieron la construcción de la cogeneradora en Mayagüez.
Aquella poderosa alianza encuadró la cogeneradora en términos de varios argumentos. Uno de estos matizaba el uso de carbón como materia prima para la transformación de energía. Los carboneros, aquellos que favorecían la construcción de la planta carbonera, enfatizaron los beneficios económicos del uso de carbón como fuente de energía. Desde su perspectiva el material era ideal para disminuir la dependencia del petróleo y diversificar las fuentes de energía, lo que debía redundar en el progreso económico de Puerto Rico. El uso de otras fuentes de energía, como la energía solar, fue rechazado por ellos porque según argumentaron estas no eran viables en Puerto Rico. Para ellos el carbón, una fuente intensa de energía, representaba el mejor prospecto para el desarrollo económico de Puerto Rico.
Los carboneros también resaltaron los avances tecnológicos que caracterizaban la cogeneradora, la que significaron no solo como una tecnología altamente sofisticada sino además como una tecnología eco-amigable. Los carboneros subrayaron y repitieron en muchas ocasiones que la cogeneradora propuesta por Cogentrix-Endesa permitía la utilización eficiente y eco-amigable del carbón; se trataba de una tecnología de carbón limpio. La cogeneradora fue diseñada por Flak, una empresa noruega, que la diseñó como un complejo de varias tecnologías que permitirían la co-generación de electricidad y vapor. La cogeneradora de energía, que produciría unos 300MW, fue diseñada para remover el 90% del sulfuro y el 98% de las cenizas por emanación. También fue diseñada para maximizar la utilidad de la fuente inicial de energía, pues facilitaba el reciclaje de la energía usualmente perdida en la primera fase de producción. La energía recobrada serviría para usarse en un segundo proceso de producción. La cogeneradora de energía era entonces capaz de producir electricidad y vapor desde un mismo complejo tecnológico. Aquella cogeneradora quemaría 3,000 toneladas de carbón diarios para producir ambas formas de poder energético, los que venderían a la AEE, las atuneras, y posiblemente a la República Dominicana (Cogentrix/Endesa, 1992). En efecto, la cogeneradora incorporaba en su diseño consideraciones económicas y ambientales que respondía a la creciente capitalización y mercantilización de la naturaleza. Ya a finales de los ochenta la protección ambiental se convertía paulatinamente en un sector importante de la economía capitalista, particularmente en Europa y Estados Unidos. La cogeneradora diseñada por Flak era evidentemente un epitome de la modernización ecológica, la manifestación tecnológica de aquel proyecto socio-económico.
Para López Díaz la cogeneradora de energía era un complejo tecnológico de unos diez sistemas: el sistema para la transportación y manejo del carbón; el generador eléctrico e incinerador; el sistema de enfriamiento; el sistema de depuración del gas; el sistema para la desalinización del agua de mar; la tecnología para la producción de vapor; el sistema para el tratamiento y disposición de aguas usadas; el sistema para el manejo de cenizas, agregados y bloques de construcción; el sistema eléctrico; y un cable submarino de alto voltaje (El Nuevo Día, 1992). Las tecnologías de cogeneradora de energía ayudarían a reducir el costo en la extracción de mteria prima y combustibles pues aumentaba la eficiencia en el uso de estos. Para los defensores de la cogeneradora era precisamente su eficiencia en el proceso de producción la cualidad primordial de la misma.
Los carboneros también señalaron que la eficiente y eco-amistosa cogeneradora de energía representaba, sobretodo para la AEE, una manera de cumplir con las regulaciones federales, que insistían en la diversificación de las fuentes de energía sin comprometer demasiado la calidad del ambiente. Aunque los carboneros declararon y aceptaron que la cogeneradora tenía consecuencias adversas para el medio ambiente declararon esas consecuencias aceptables. Dichas consecuencias fueron incluidas en la Declaración de Impacto Ambiental que presentaron a las autoridades en su intento para obtener los permisos necesarios para la construcción de la cogeneradora. Los impactos reportados incluían ciertos cambios topográficos, la contaminación menor del ambiente, la sedimentación de la bahía, la emisión tolerable de cenizas al aire, un aumento en el tráfico vehicular y en los niveles de ruido durante la fase de construcción, y efectos mínimos sobre algunas especies animales (El Nuevo Día 1992).
Aparte de los argumentos ya señalados, los carboneros plantearon que la cogeneradora de energía también ayudaría a la AEE a manejar aumentos proyectados en la demanda y/o consumo de energía. En los ochenta la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) pretendía aumentar su capacidad cogeneradora en 900 MW mediante plantas carboneras. La cogeneradora de energía de Cogentrix-Endesa supliría unos 300MW. La Figura 1 detalla las proyecciones esperadas por la AEE en el consumo de energía.
Los carboneros destacaron asimismo los beneficios que la construcción de la planta representaba para la economía del país. Subrayaron los empleos que crearía así como sus ganancias monetarias. La Figura 2 resume los beneficios económicos resaltados por los carboneros. En adición, la cogeneradora de energía también representaba beneficios para la AEE, beneficios también destacados por los carboneros. Estos plantearon que la misma ayudaría a la AEE no solo a satisfacer la demanda creciente de energía sino además a mejorar sus sistemas tecnológicos y/o su infraestructura. Indicaban además que la ayudaría a reducir su impacto adverso sobre el ambiente y a cumplir con los requerimientos ambientales del gobierno federal de los Estados Unidos. Subrayaban también que la AEE obtendría beneficios económicos por sus contratos con Cogentrix-Endesa. La Figura 3 resume los alegados beneficios para la AEE.
Finalmente, y como era de esperarse en la inicios de la era neoliberal, los carboneros acentuaron los beneficios de la privatización de algunos de los servicios de la AEE: ayuda con su deuda pública; menos inversión en infraestructura; menos costos de operación y mantenimiento; la aceleración de los programas para mejoras en el capital de la agencia; y una generación mas eficiente de energía.
Para concluir, los carboneros significaron o representaron la cogeneradora de Cogentrix-Endesa en términos de los requerimientos energéticos del país, los beneficios económicos para Puerto Rico y la AEE y los beneficios de la privatización. Al hacerlo produjeron un corpus de conocimiento mediante el cual instituyeron lo que consideraban una necesidad apremiante: la construcción de la cogeneradora de energía basada en el uso del carbón. Pero estos actantes se vieron obligados a enfrentar diversos grupos opositores, contra-carboneros que no solo rechazaron la necesidad de aquella cogeneradora de energía sino que además iniciaron un movimiento que eventualmente evitaría la construcción de la planta carbonera. Su significación de la planta será el objeto de una segunda columna sobre el tema.
Publicado en: 80grados.net