Promesa de Reyes en Mayagüez
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- por Daileen Joan Rodríguez para mayagüezsabeamangó.com
“Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.”… “Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo. Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.”
Esta narración en el evangelio de Mateo de la religión cristiana ha cobrado significado en tantas culturas a lo ancho de la Tierra que hasta Puerto Rico ha llegado tomando vida en diferentes manifestaciones populares.
“Reyar” puede ser un verbo conocido en Latinoamérica, pero particularmente conjugado en Puerto Rico, donde ha adquirido gran valor dentro de la tradición boricua por la Promesa de Reyes.
Y así la tradición fue despertando en ella. En el 1991, su papá enfrentó un problema de salud. Una amiga suya que cantaba en el coro de la parroquia le recomendó que escribiera una carta a los reyes con tres peticiones. Fue cuando recordó la tradición de su abuela materna, doña Laura Rodríguez Ayala, quien todos los años iba por la carretera 348, donde vivía, visitando a vecinos casa por casa, repartiendo comidas típicas, cantando y rezando la tradición de las posadas durante estas fechas.
Gloria hizo una promesa ese año. Encomendó la salud de su padre a los tres santos reyes. Hoy don Ángel Rivera Beauchamp tiene 97 años de edad y recuerda cómo fue sanado a partir de 1991 misteriosamente. “Fue un milagro, porque él andaba virado, no podía caminar bien”, sostuvo la mujer que celebra su promesa todos los años desde su residencia, en la urbanización Río Cristal en Mayagüez. Este año esa tradición cobra forma el próximo sábado 12 de enero.
En Puerto Rico cumplirle promesas a los reyes magos es una arraigada tradición. A los magos de Oriente se les atribuyen milagros que por petición a estos personajes bíblicos, les son concedidos a sus fieles. Pero no solo a quienes hacen la promesa se les cumplen milagros. Según Gloria, muchos son los testimonios que han salido del patio de su casa, de gente que ha “reyado” con ella.
“A una vecina que la iban a operar de los discos (en la columna vertebral) en febrero de aquel año, el médico no le daba muchas esperanzas. Después de haberse arrodillado en el altar en una de mis promesas, cuando fue a donde el médico, le dijeron que había ocurrido un milagro”, relató la creyente.
“Otra bebé fue sanada de una condición que tenía en el paladar, y también de una piernita que tenía virada. La nena hoy tiene dos años”, agregó.
“Una señora a quien yo le di uno de los recordatorios que siempre reparto en la Promesa, ese mismo año pudo comprarse una casa propia. Siempre ella había vivido alquilada”, dijo, que el recordatorio que repartió ese año era una artesanía precisamente en forma de una casita.
Y así la fe de Gloria ha llevado a cientos de personas a cantar junto a ella y sus familiares los aguinaldos a los Tres Santos Reyes. Todos los años Gloria ordena artesanías hechas por manos puertorriqueñas para ofrecerle a sus amigos y allegados una muestra de su fe y recordarles el milagro que obtuvo con su promesa.
La ceremonia comienza a las 7:30 de la noche, con el rezo del Santo Rosario a la Virgen María. Luego inician los aguinaldos a cargo de músicos y cantores de su familia, de los que algunos incluso viajan desde los Estados Unidos durante estas fechas, solo para cumplir con Gloria La Promesa.
Durante el receso se reparten entremeses y comidas típicas navideñas, que incluyen: morcillas, pasteles y carne de cerdo; postres como la mazamorra, el arroz con dulce y otras delicias de la gastronomía boricua. También se hacen rifas de artesanías puertorriqueñas. “Hay que comprarle a los artesanos de aquí”, recalcó convencida de que aporta también a la economía local.
A las 9:30 de la noche entran los Reyes Magos, con regalos para los niños que cada año son más. Gracias a Gloria y otros fieles como ella las nuevas generaciones se exponen a una tradición que no morirá mientras haya niños que sueñan con los Reyes Magos.
“Esta tradición es muy marcada en el área oeste de la isla, donde todavía la gente la mantiene viva. Nunca debe dejarse morir, porque es algo muy lindo que tenemos”, concluyó Gloria, invitando a los mayagüezanos a emular esta iniciativa.