Viva la veneración a Nuestra Señora de la Candelaria
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- por Daileen Joan Rodríguez para mayaguezsabeamango.com
Tres nuevas vírgenes se unen a la colección de santos tallados que posee el Municipio de Mayagüez, cuyas obras prometen ser parte de una exposición pública, una vez se construya un pabellón que se quiere edificar a estos fines. Estas tres vírgenes ilustran la devoción a la Virgen de la Candelaria y aunque no están prendidas en fuego, sí llevan consigo la pasión de manos que las formaron a fuerza de cuchilla en maderas de teca, cedro, caoba y majó.
El decimoprimero Certamen de Talla de la Virgen de la Candelaria celebrado por el municipio y su Archivo Histórico bajo la dirección de María Colom, reconoció el sábado 2 de febrero, la obra de once talladores, entre ellos jóvenes, adultos de mediana edad y veteranos, que se dedican con sus tradicionales herramientas a la creación de santos de madera.
Este certamen es parte de la devoción cristiana que se le tiene a la patrona de la Iglesia Católica en Mayagüez, cuya catedral lleva su nombre y que todos los días 2 de febrero de cada año, celebra la Fiesta de la Virgen de La Candelaria, cuya historia se remonta a la llegada de inmigrantes de las Islas Canarias, quienes trajeron consigo la devoción a esta virgen en el siglo XVIII.
El empeño de los talladores fue puesto en los atributos de la llamada “patrona de los bomberos, de los marinos y de los mayagüezanos”, y que comparten en Puerto Rico los creyentes de los municipios de Lajas y Manatí.
“Debían demostrar primeramente los atributos de la Virgen de la Candelaria, tales como el sirio en sus manos, que representa el fuego de la purificación; un aureola dorada; el manto blanco en la cabeza, y la túnica azul celeste”, según detalló Edwin Albino, director regional del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) en Mayagüez, durante la premiación en el Centro Cultural Baudilio Vega Berríos.
El certamen premió en dos categorías: la Primitiva o Tradicional, en la que las obras muestran un trabajo igual a la imagen de la Virgen presentada en la convocatoria; y la categoría Erudita o Contemporánea, en la que los talladores hacen uso de los elementos tradicionales añadiendo detalles subjetivos y singulares.
Los ganadores de la undécima edición del Certamen de Talla de la Virgen de la Candelaria fueron: Eduardo Vega Berríos de Lajas (tercer premio categoría Tradicional), Luis Acevedo Mercado de Isabela (segundo premio categoría Tradicional) y Nayeli Martínez Aquino de Añasco (primer premio categoría Tradicional). Estos dos últimos pasan ahora a pertenecer a la colección de tallas de santos del municipio.
Así también recibió honor el ganador en la categoría Contemporánea, Luis Vega Rodríguez de Hormigueros, cuya obra también fue adquirida para la colección municipal que se mantiene en exhibición temporeramente en una vitrina en el salón parroquial de la Iglesia Nuestra Señora de la Candelaria. El trío de ganadores no podrá volver a competir en los próximos cinco años, según estipula el reglamento.
El certamen se enmarca en el programa de fiestas patronales que se celebraron del 25 de enero al 3 de febrero en la Concha Acústica Frankie Ruiz en el Palacio de Recreación y Deportes de Mayagüez.
La pasean en el carro de bombas
Por ser la patrona de la Iglesia y originar las fiestas, no podía faltar la celebración Católica en la que el monseñor Humberto López, párroco de la catedral Nuestra Señora Virgen de la Candelaria inició la procesión en su honor con la bendición de los sirios.
La imagen de la madona vestida de azul celeste con su aureola dorada simulando irradiar luz fue cargada por el cuerpo de bomberos hacia el carro bombas, que le sirvió de rojo carruaje como todos los años durante la procesión seguida de fieles y feligreses católicos. Algunos se acercaron a la plaza solo para disfrutar de la música y fuegos artificiales que más tarde darían clausura al son del Trío Los Andino.
Pero otros se mantuvieron fieles a la ceremonia, como Nidia Castillo, una mayagüezana que junto a sus hermanas Josefa y Carmen, recordó esta tradición desde que era pequeña. “Toda la vida hemos participado. Cuando éramos nenas mi mamá nos traía y recuerdo que en la plaza ponían caballitos, picas y la gente venía alegre a jugar y a comer”, expresó.
Por su parte, Josefa dijo que siempre quiso ver el cuadro que se quema con pirotecnia en la clausura. “Recuerdo que me contaban que hace muchos años en Mayagüez hubo un fuego y la virgen le salvó la vida a unos bomberos”, relató destacando el orgullo de la tradición cristiana mayagüezana.
Para Miguel Seguí, el jefe del cuerpo de Bomberos Municipal, quien lleva 35 años participando del ritual, la fiesta es una reafirmación de la fe cristiana. “Es nuestra patrona, la hemos acogido así porque nos protege de las llamas”, dijo al destacar que en Mayagüez es donde único se monta la imagen en el carro bomba para la tradicional procesión que termina con una Solemne Misa en la Catedral.