Shorty Castro ya tiene su estudio de televisión en Mayagüez
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- por mayaguezsabeamango.com
El principal estudio de televisión de las instalaciones de la Corporación de Puerto Rico para la Difusión Pública, WIPM-TV en Mayagüez, han sido bautizadas con el nombre del actor, comediante, músico y cantante mayagüezano Israel “Shorty” Castro.
El artista de 85 años se mostró complacido con la iniciativa del presidente saliente de la Corporación, Pedro Rúa, mientras reiteraba que el reconocimiento es un gesto inolvidable.
“Esto es algo que será inolvidable hasta después de la muerte, que un estudio de televisión en mi ciudad lleve mi nombre”, destacó.
“Todos los compañeros en la Corporación estamos jubilosos en poder honrar un ser humano como Shorty Castro”, dijo Rúa al destacar que desde ese estudio se está produciendo programación semanalmente para todo Puerto Rico.
Para Shorty, quien pasó de ser limpiabotas y mensajero del municipio de Mayagüez en los años cincuenta, a brillar con luz propia en los escenarios tanto de Puerto Rico como de Estados Unidos, el reconocimiento “es una prueba de que no hay que nacer en cuna de oro para uno lograr cosas tan bonitas como esta’’, dijo emocionado.
El Pequeño Gigante de la Comedia en Puerto Rico, como se le llama porque solo mide cuatro pies 11 pulgadas, e Hijo Predilecto de la Ciudad de Mayagüez, cuyo paseo lineal costero lleva su nombre, nació y se crió en el barrio La Quinta en Mayagüez, donde comenzó su carrera en el arte como conguero y cantante de orquestas tropicales.
Era el conguero del grupo Los Pájaros Locos cuando surgió la primera oportunidad de presentarse en televisión, en el recordado programa La Taberna India. Pero su debut tuvo que esperar tras la repentina muerte del protagonista de la emblemática producción, Ramón Ortiz de Rivero, Diplo.
Sería en Nueva York y junto a sus compatriotas Myrta Silva y Bobby Capó donde Shorty debutó en la pantalla chica.
Perteneció a las agrupaciones tropicales de William Manzano, Roberto Ortiz, Fiesta, Mingo y sus Whopee Kids y la Happy Hills hasta que Tommy Muñiz lo invitó a presentarse nuevamente en La Taberna India junto a Cortijo y su Combo. Trabajó de utilero en las producciones de Tommy antes de dar el salto definitivo a la comedia. En su nueva faceta, y desde el programa Desafiando a los genios nació su popular personaje de Ramoneta Cienfuegos de la O. Luego llegarían Napoleoncito, novio entonces de la criada de la casa, Carmen Belén Richardson en Hogar dulce hogar, desde donde pasó a formar parte de los elencos de La criada malcriada, junto a Velda González y Jajá, jijí, jojó con (José Miguel) Agrelot.
Más adelante dio vida y figura a Armando Galán y Figura, El Conde de París, Don Caledonio, Panchito Zapata y Correa, Camellito y Medio Metro, su favorito ya que según el comediante "soy yo mismo". Castro también fue libretista de los programas Torito and Company y A reírse con Yoyo.
En el 1969, Shorty se integró al exitoso programa Esto no tiene nombre, donde además de interpretar varios personajes, escribió y colaboró con Jacobo Morales en la dirección artística. Varias veces viajó a Nueva York donde participó en espectáculos de variedades junto a la actriz Velda González y el cantante Hugo Leonel Vaccaro.
A mediados de los 80, el veterano actor trabajó en los programas Los kakukómicos y Operación ja, já, en los que mostró su veteranía entre los comediantes del país, y participó en la obra teatral Tú y yo somos tres, que presentó con éxito en el Teatro Tapia de San Juan. Simultáneamente Shorty fungió como locutor de un programa radial para la estación 108 FM.
En la década del 90 el actor, que también ha compuesto varios temas musicales como Pa' los caborrojeños, Raíces, Jóvenes y mayores y Por dos pulgadas, se desempeñó en la dirección de las comedias televisivas El kiosko Budweiser, Entrando por la cocina, y también trabajó algunos diálogos del espectáculo teatral, Amor en La Hamaca, parte II.
El día que bautizaron el estudio de WIPM-TV con su nombre y al comparar las producciones que se realizaban en la época dorada de la televisión con lo que se hace hoy, Castro dijo sin empacho que “la diferencia es como de aquí a Brasil”.
Y es que, según el artista, “el comediante de hoy confunde el doble sentido con la pornografía y eso jamás se vio en nuestros tiempos”.
“Cuando yo aparezco en televisión, yo entro a su casa y usted no debe permitir que yo hable malo (en su casa)”, sentenció.
Por lo demás, y salvo algunos achaques propios de su edad, Shorty vive feliz y deseosos de seguir trabajando en lo que mejor se le da: hacer reír. ¡Enhorabuena!
Fuente: Primera Hora