Brillan estudiantes del RUM
Se llama Moon Buggy, el carro creado para recorrer la superficie de la luna con el que un grupo de estudiantes de ingeniería del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) ganó la categoría de mejor reporte técnico en la competencia anual NASA Human Exploration Rover Challenge, en Huntsville, Alabama, en abril pasado.
El diseño del grupo -compuesto por 25 alumnos- compitió contra 46 modelos de carros lunares de otras universidades de diferentes países.
“El primer semestre del proyecto se dedicó al diseño, para el cual nos dividimos por diferentes departamentos y cada grupo tenía encargado (desarrollar) una parte del carrito. Cada semana se hacían presentaciones para darle seguimiento al proceso”, explicó María Cristina Matías Mercado, estudiante de ingeniería mecánica y encargada de parte del diseño.
“Para mí fue una experiencia totalmente nueva. El primer día no sabía nada de lo que se estaba hablando pero luego aprendí mucho. Ahora reconozco las piezas y estoy preparada para un futuro trabajar con modelos similares”, acotó la joven.
El modelo de carro lunar, creado por los alumnos de ingeniería, ganó la categoría de mejor informe técnico en competición de la NASA.
Luis Lozada, capitán del equipo, explicó que para lograr terminar el modelo, “primero hubo que hacer un plan de trabajo, luego crear el concepto del carrito, aplicar la teoría aprendida en clase, hacer un prototipo, diseñarlo, analizarlo y manufacturarlo”.
Para esto el grupo recibió el auspicio de las empresas privadas General Motors (automotriz) y Boeing (aeroespacial). Los estudiantes contaron con el asesoramiento del doctor Pedro Quintero, director asociado del Departamento de Ingeniería Mecánica del RUM.
Este es el segundo año que el RUM participa en esta competencia que se celebra desde hace más de 20 años a través de programas estudiantiles de la NASA.
“Del año pasado a este han habido muchas mejoras. En términos de competencia, se trata de correr una pista con obstáculos, en el tiempo más corto posible. Hay otros retos que se toman en cuenta como lo son: seguridad, tecnología integrada como baterías, cámaras, etc. Al final de todo, se mide en tiempo”, explicó Héctor Amaro Flores, integrante del grupo.
El joven señaló que el modelo del pasado año buscó mucha similitud con el modelo original que actualmente utiliza la NASA en sus misiones. Este año, el grupo buscó hacerlo más liviano para optimizar la rapidez y el movimiento, de manera que pudiera ganar tiempo en la carrera de obstáculos.
* Esta historia fue publicada en Primer Hora.