Mangó: para sorprender al paladar
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- por Cristina Romero *
Es la fruta predilecta del cuerpo humano y, ahora que conocemos todas sus dotes de seducción, entendemos que se haya ganado al organismo a base de beneficios.
Más de siete ventajas en una sola pieza. Así comienza la carta de presentación de esta fruta exótica que tantos estómagos ya ha conquistado. El mangó con un color característico y un sabor refrescante se ha convertido en la fruta del verano, y más ahora que sabemos cuántas propiedades esconde esta redonda fuente de vida.
No es nada descabellado afirmar que una de sus múltiples tareas es la anticancerígena. ¿Por qué? Básicamente porque es rico en ácidos y vitaminas A y C, encargadas de neutralizar los radicales libres, dotando al organismo de un gran poder defensivo a favor de la no degradación celular. Algo importantísimo para todos y cada uno de los tipos de cáncer.
Además, el mangó es antioxidante porque ayuda a eliminar las toxinas acumuladas en el cuerpo, favoreciendo así una limpieza depurativa. Perfecto para conseguir el tan ansiado cuerpo serrano gracias a su alto contenido en agua y casi desapercibido contenido en grasas.
No se puede cuestionar su exotismo cuando se sienta a la mesa. Más cuando uno conoce que es fuente de fibra y que su aporte calórico es de 65 calorías por 100g, algo saludable para el cuerpo y las digestiones y dulce para el paladar.
Los esfuerzos físicos y las necesarias hidrataciones veraniegas ya no se verán tan acusadas y en el frutero nunca falta el mangó. Sí, rompe las estadísticas de los valores nutritivos y le guiña un ojo a la convalecencia típica posterior al deporte. Las tardes del mes de julio serán menos sofocantes si hay un tándem entre el mangó y agua.
No conforme con esto, también goza de calificativos como antibacteriana, antiinflamatoria y antiviral. Tres cualidades vitales para el cuerpo humano y su salud de hierro.
Es fruta, no tiene grasas añadidas y es diurética. Exacto, combate el colesterol llegando incluso a reducir los niveles de grasa en sangre para favorecer la circulación sanguínea y fomentar un corazón joven.
Los castigados por la anemia encontrarán en el mangó un refuerzo doble por el hierro y la vitamina C.
* Publicado en el diario digital español 20minutos.